Una pregunta incómoda para muchos líderes políticos: ¿realmente están mejorando la calidad de vida de sus ciudadanos o solo hacen crecer el PBI? Cada año, nuevos informes intentan responder esta cuestión con rankings que comparan lo incomparable. Pero no todos los índices son iguales.
El Índice de Progreso Social 2025, elaborado por Social Progress Imperative junto con AlTi Tiedemann Global, evita una trampa común: no mezcla economía con bienestar. En lugar de depender del ingreso per cápita, mide directamente lo que define la calidad de vida: salud, educación, seguridad, derechos, igualdad y sostenibilidad. Ciento setenta países han sido analizados bajo 57 indicadores que capturan con precisión la experiencia humana.
Lo que revela este ranking puede sorprender tanto a países ricos como a emergentes.
Los 20 países con mejor calidad de vida en 2025
Los resultados del Índice de Progreso Social no hacen más que reafirmar una tendencia estable desde hace una década: los países con mejores instituciones, alta cohesión social y políticas públicas inclusivas son también los que ofrecen a sus ciudadanos una mejor calidad de vida.
Europa del Norte
Los países escandinavos ocupan una vez más los primeros lugares. Noruega, Dinamarca y Finlandia encabezan la lista con puntajes superiores a 91 sobre 100. Les siguen Suecia, Suiza e Islandia. Todos tienen algo en común: instituciones sólidas, sistemas de salud universales, bajo nivel de corrupción y un fuerte compromiso con los derechos civiles.
Pero no todo es estabilidad. A pesar de su buena posición, algunos países europeos muestran señales de estancamiento. Alemania y Francia han dejado de avanzar. Reino Unido no ha mejorado desde 2018. La eficiencia institucional parece haber tocado techo.
Estados Unidos
Estados Unidos, a menudo percibido como uno de los mejores países para vivir, cae al puesto 31, con una puntuación de 81.65. Su retroceso es sistemático desde 2011. ¿Las razones? Aumento de la violencia armada, retrocesos en derechos civiles, altos costos de salud y un sistema educativo desigual.
Con un PIB per cápita similar al de Dinamarca, Estados Unidos tiene una puntuación de progreso social diez puntos inferior. Su perfil se asemeja más al de Letonia, cuya economía es la mitad de grande. Un recordatorio brutal de que el crecimiento económico no garantiza calidad de vida.
Vietnam, Somalia y Arabia Saudita
El índice también identifica a los países que más han mejorado en los últimos 13 años. No son los más ricos ni los más visibles.
Vietnam destaca por su inversión constante en educación, atención primaria de salud y derechos sociales. Somalia, pese a sus desafíos, ha dado pasos relevantes en acceso al agua, salud materna e inclusión básica. Y Arabia Saudita ha mejorado notablemente en educación y servicios básicos, aunque sigue rezagada en derechos y libertades.
Estos casos desmienten la idea de que solo los países desarrollados pueden avanzar. Con políticas públicas eficaces, inclusión social y acceso a servicios esenciales, incluso los más vulnerables pueden mejorar.
Brasil sorprende
En el último año, Brasil fue el país que más progresó, impulsado por mejoras en libertades civiles y gobernanza tras el cambio político.
En contraste, Afganistán y Estados Unidos aparecen entre los países con mayores retrocesos. La regresión estadounidense, en particular, expone una paradoja inquietante: puede haber regresión social en democracia consolidada si no se atienden desigualdades estructurales.
América Latina
La región mantiene una posición intermedia. Uruguay, Chile y Costa Rica son los países con mejor desempeño, gracias a su inversión sostenida en educación y salud pública.
Pero hay un estancamiento preocupante en gran parte de la región. El índice sugiere que, salvo cambios estructurales, América Latina corre el riesgo de quedar atrapada entre dos mundos: sin la infraestructura de los países desarrollados, ni la agilidad de los emergentes más dinámicos.
Los países con más potencial de mejora
Más allá de los rankings, el informe destaca dónde se puede hacer la mayor diferencia en el corto plazo. El foco está en países con puntuaciones bajas, pero estructuras institucionales listas para escalar:
- India
- Nigeria
- Pakistán
- Bangladesh
- Etiopía
Estos países, con poblaciones jóvenes y crecimiento económico, podrían dar saltos en progreso social si se invierte en agua potable, sanidad, educación básica y igualdad de género. El desafío: no repetir los errores de los países que crecieron sin distribuir sus beneficios.
El mito del PBI
El gráfico más revelador del informe muestra la débil relación entre PBI per cápita y progreso social. Países como Vietnam superan con creces las expectativas para su nivel de ingreso. En cambio, economías más grandes como Estados Unidos o Qatar fallan en traducir su riqueza en bienestar ciudadano.
Es una lección para gobiernos, inversores y empresas: si no hay un vínculo entre el desarrollo económico y el social, el crecimiento se vuelve frágil. No hay prosperidad sin equidad. No hay estabilidad sin derechos.
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