Los riesgos políticos son más difíciles de tratar. Contrariamente a la sabiduría convencional, los riesgos políticos no son sólo un problema del “Tercer mundo”
El comercio internacional es un negocio de riesgo/recompensa. Puede haber mayor pago, riesgos logísticos, reguladores y políticos cuando se trata con clientes y proveedores en el extranjero. Sin embargo, su empresa obtendrá recompensas si usted puede desarrollar una cadena de suministro global competitiva, ingresando en los mercados de exportación con productos de calidad y servicios, mientras administra con éxito los riesgos crecientes.
Pueden minimizarse los riesgos de pago causados por clientes morosos con cartas de crédito y otros instrumentos financieros. Riesgos logísticos pueden gestionarse seleccionando compañías navieras experimentas y relacionarse con profesionales especializados en logística. Riesgos regulatorios pueden ser identificados si se contrata a abogados o especialistas calificados por adelantado y no esperar a que se ha producido una infracción.
Los riesgos políticos son más difíciles de tratar. Contrariamente a la sabiduría convencional, los riesgos políticos no son sólo un problema del “Tercer mundo”. Puedes encarar riesgos políticos inesperados incluso cuando se trata de las economías desarrolladas. La gestión de estos riesgos puede ser engañoso. Tienes que actuar como un jugador de ajedrez anticipar la siguiente jugada de donde provendrá.
Hay muchos tipos de riesgos políticos. Entre los más frecuentes, tenemos:
1. Guerra y disturbios civiles
Los riesgos políticos más evidentes son guerras, disturbios civiles sostenido y grandes actos de terrorismo que destruyen u obstaculizan gravemente la capacidad de realizar comercio en el país extranjero.
2. Expropiación sin justa compensación
Expropiación es otra forma de riesgo político. Se produce cuando el país extranjero arbitrariamente confisca o “nacionaliza” activos, a menudo sin el debido proceso de ley y sin pagar compensación justa a los dueños de negocios.
3. Pérdidas comerciales debido a embargos
La imposición de un embargo contra un país extranjero puede traer las importaciones de su empresa o a las exportaciones a un alto. El más largo permanente ejemplo es el embargo de los Estados Unidos contra Cuba, que se impuso en 1962 y hoy continúa con exenciones limitadas.
4. Medidas Ambientales por el gobierno
En el pasado, el clima, la contaminación y la sobrepesca no fueron comúnmente vistos como riesgos políticos. Sin embargo, las tormentas están en aumento, la contaminación industrial cruza las fronteras internacionales y la pesca está en descenso debido a las acciones de determinados países. La categoría de riesgo político puede ampliarse para abarcar estos temas ambientales emergentes.
5. Sanciones comerciales disruptivas
Hoy en día, el riesgo político más común es interrumpir los flujos de comercio internacional a través imposición de sanciones contra un país por otro país. Las sanciones se han convertido en una herramienta política cada vez más usada para castigar a otros gobiernos que violan el derecho internacional, abusan de los derechos humanos u otra forma de conducta perjudicial para el país. Las sanciones son una forma de guerra económica que daña a los civiles inocentes en un país mucho más que los líderes del país, como fue el caso de las sanciones de larga data contra el dictador iraquí Saddam Hussein.
Las sanciones típicamente son limitadas, pueden incluir prohibiciones de visa para los individuos, congelación de los activos de individuos, empresas y gobiernos extranjeros, prohibición de tratos comerciales y el comercio de productos específicos, cese de la venta de armas, la cancelación de ejercicios militares conjuntos y reuniones de cooperación internacional y restringir el acceso del gobierno sancionado al alivio de deuda y financiamiento. En casos severos, embargos y bloqueos navales, espacio aéreo restringido... , avanza poco a poco el conflicto militar más cercano.
Las sanciones pueden ser devastadores para las empresas comerciales porque a menudo se imponen de manera impredecible y a veces a la velocidad de la luz por políticos ansiosos, por aparentar ser contundente en el escenario mundial, olvidándose por el impacto en sus empresas que comercian con el país sancionado.
En una economía globalizada, es poco probable que las sanciones no provoquen un “retroceso” en las exportaciones por la sanción de países. Esto es algo que los políticos necesitan prestar atención y evitar tomar acciones irreflexivas o precipitadas que dañan a las empresas de su país. No estoy sugiriendo que los gobiernos ignoren las violaciones del derecho internacional y los derechos humanos de otros países. Sólo estoy sugiriendo que las sanciones excesivamente amplias pueden no ser la mejor herramienta de política exterior debido a las repercusiones negativas en negocios legítimos con el país sancionar.
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