Nueva Zelanda es un país con el cual es muy sencillo hacer negocios.
Por otra parte, Nueva Zelanda es un país que está considerado, junto con Australia y Noruega, como uno de los mejores lugares del mundo para vivir por su excelente calidad de vida, que se mide en función de la esperanza de vida y la salud, así como de la facilidad de acceso a la educación, la sanidad, la cultura…, todo ello unido a sus benignas condiciones climáticas, un estilo de vida tranquilo y relajado, seguridad jurídica y personal, y una economía estable y en constante desarrollo.
Su sociedad es multicultural, con predominio de la población de origen europeo (56%). Las minorías principales son la asiática (8%), la maorí (7,5%) y los isleños del Pacífico (5%). La población maorí, indígena de Nueva Zelanda, está perfectamente integrada en la vida social y profesional del país, siendo su lengua cooficial junto con el inglés.
Coyuntura Económica
Tras mantener durante años tasas de crecimiento del PIB por encima de la media de los países de la OCDE, la economía neozelandesa sufrió un cambio de tendencia en el año 2008, coincidiendo con la recesión económica global. Pero fue capaz de recuperarse en menos de 12 meses, hasta situarse en junio de 2012 (última cifra disponible) en tasas de crecimiento interanual del PIB cercanas al 3%. Esto se debe a que el Gobierno de Nueva Zelanda puso en marcha un plan destinado a crear empleo, con un mix fiscal que incluía la reducción del tipo impositivo para las empresas al 28%, la aplicación de tipos más bajos en todos los tramos del Impuesto sobre la Renta y la subida del GST (similar al IVA) del 12,5% al 15%”. Por otra parte en lo que se refiere a la inflación, el Gobierno trata de mantenerla en una banda entre el 1% y el 3%, aunque en septiembre de 2012 permanecía aún más reducida, al situarse en el 0,8%, la más baja desde diciembre de 1999.
Nueva Zelanda, junto con Australia son países industrializados y economías maduras que siguen creciendo y presentan una situación económica saneada. Por estas razones ambos mantienen tasas de crecimiento del PIB positivas sin tener la condición de emergente. Y cabe resaltar el desarrollo económico en Nueva Zelanda se basa en una dotación de recursos naturales muy abundante y diversificada, y una relación de complementariedad con la región asiática, a la que suministra materias primas y energía, a la vez que esta le provee de productos terminados a bajo costo.
Acceso al Mercado
El mercado neozelandés se caracteriza por ser un mercado abierto al comercio internacional, su arancel aplicado se sitúa en promedio en un 2%, y el 60% de las importaciones entra libre de derechos y el 30% presenta un arancel inferior al 5%. Aunque cabe resaltar que en los sectores de textiles y calzado, cuenta en algunos casos, tasas arancelarias superiores a las normales.
Nueva Zelanda es un país de reducido tamaño, aunque con un poder adquisitivo elevado. Existe mercado para los productos de precio alto porque hay potencial de consumidores interesados en pagar por productos de calidad y diferenciados.
Por otra parte para acceder al mercado neozelandés debemos tener en cuenta que las barreras más importantes están en los capítulos sanitarios y fitosanitario, en los que aplica una reglamentación muy estricta (cuarentena) para evitar la entrada de plagas que todavía no han llegado al país, dada su condición insular. Los controles afectan a los productos de origen animal y vegetal. Por esta razón recomienda contar con la aprobación ad hoc, producto a producto y país a país, (Import Health Standard -IHS-).
En el ámbito de las inversiones, si bien no existen, como en otros países, ayudas a la inversión extranjera, sí se estimula la llegada de capital desde el exterior, principalmente en aquellos sectores en los que el país dispone de ventajas comparativas. En este sentido, como ya se ha señalado, el clima para hacer negocios es inmejorable.
Oportunidad de negocios para la exportación
Entre los sectores más interesantes para las empresas extranjeras se pueden indicar los siguientes: maquinaria, equipamientos mecánicos, aparatos y material eléctrico destinados a las diferentes industrias manufactureras del país, procesamiento y productos de la madera, papel y celulosa; material de transporte; industria textil, calzado y curtidos; industria alimentaria de productos cárnicos, lácteos alimentación orgánica y gourmet; producción de energía e industrias químicas-; máquina-herramienta, maquinaria agrícola y herramienta manual; materias plásticas y sus manufacturas, y fundición de hierro y acero.
Oportunidades en el sector inversión
Las principales oportunidades de inversión se encuentran en los siguientes sectores: infraestructuras, fundamentalmente de telecomunicaciones, ferrocarriles, carreteras, tratamiento de aguas, residuos y aguas residuales; energía, sobre todo petróleo y gas; energías renovables (eólica, maremotriz y geotérmica). Por otra parte, Nueva Zelanda goza también de renombre mundial por los bajos costos de investigación y desarrollo en el sector de la agricultura, la salud animal, la silvicultura, la vinicultura y la investigación médica, farmacéutica y nutracéutica para tratamientos en humanos. La calidad de las frutas y verduras neozelandesas y de las industrias de procesamiento de alimentos cuenta con reconocimiento internacional y ya hay considerables inversiones extranjeras en el sector de la producción y el procesamiento de alimentos y vinos.
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