Singapur es la economía más avanzada de todo el Sudeste Asiático y mantiene una estructura comercial y económica muy estable

La economía singapurense creció en 2013 un 4%, un porcentaje mayor al 1.8% registrado en 2012. Indudablemente, la superación de la crisis económica mundial ha tenido una influencia decisiva en este crecimiento, pues Singapur tiene una gran dependencia de la coyuntura global y esta se ha plasmado en los últimos años en una menor demanda de sus productos de exportación.
Su economía, muy industrializada, está también muy enfocada a los servicios, lo que ha atraído a un gran número de multinacionales extranjeras, que se han establecido en su territorio. En el ranking de competitividad global del World Economic Forum, que mide las condiciones para hacer negocios, el país figura en el segundo lugar del mundo. Mantiene también posiciones de privilegio en materias como el potencial de inversión, apertura al comercio internacional, facilidad para los negocios, transparencia y bajo nivel de corrupción. En definitiva, una posición realmente envidiable.
El Gobierno de Singapur ha optado por llevar a cabo una serie de reformas que, a corto plazo, están planteando diversos problemas. La población ha manifestado su descontento por el incremento del costo de vida y los precios de la vivienda. Por su parte, los empresarios, especialmente en los sectores de construcción y hostelería, no han visto con buenos ojos las medidas orientadas a la restricción de la contratación de mano de obra extranjera, a pesar de que están recibiendo ayudas directas y reducciones impositivas en compensación por estas restricciones.
Mercado Actual
Singapur es una de las economías más abiertas del mundo. Su tasa de apertura comercial llegó en 2012 nada menos que al 285%. Las condiciones para exportar al país son mucho más favorables que en la mayoría de países. Así, solo se aplican aranceles a las bebidas alcohólicas (incluidos el vino y la cerveza) e impuestos especiales al tabaco, las bebidas que contengan alcohol, los productos derivados del petróleo y los vehículos a motor.
Las barreras comerciales son escasas. En ocasiones surgen problemas por la falta de homologación de los certificados y normas europeos en lo referente a productos industriales, lo que obliga a nuestros exportadores a someter sus productos a largos y costosos procesos para que sean aceptados en el mercado de Singapur.
Singapur cuenta con un nivel mínimo de barreras y burocracia para hacer negocios. Además, tiene una fiscalidad (directa e indirecta) muy reducida,
Infraestructuras de buen nivel (puerto destacado en el Sudeste Asiático, magníficas conexiones aéreas). Protección de la propiedad intelectual y una mano de obra con un buen nivel de inglés (en general).
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