
1. Busca un buen asesor, no sólo un asesor
Las negociaciones internacionales se vuelven especialmente complejas no sólo por la barrera cultural, sino porque los criterios legales podrían ser distintos. Es necesario que un especialista revise que los contratos cumplen con los términos legales.
2. Haz estudios de mercado
Identifica si tu producto tiene una demanda desarrollada en el ámbito local o no, y además, cómo han sido recibidos en ocasiones anteriores productos importados. En algunas regiones, por ejemplo, los productos importados se asemejan a productos de baja calidad.
3. Asegúrate de saber con quién negocias
A veces empresarios latinoamericanos negocian contratos para importar mercancía creyendo que tratan con un fabricante, cuando en realidad lo hacen con un intermediario que le surte la mercancía elaborada por distintas empresas.
4. Analiza el historial del proveedor
Conoce a tu contraparte. Analiza su reputación comercial, averigua sobre su historial de pagos y si puedes visitar su fábrica, mejor.
5. Considera los tiempos
Es vital calcular un cambio en el ciclo de tu negocio. En el caso de las importaciones, por ejemplo, los tiempos cambian por el traslado de la mercancía.
6. Representante en origen
Si importas, envía siempre un inspector de calidad que se asegure de que no salga el contenedor si las especificaciones de calidad no se cumplen al 100%. No te lo ahorres, vale la pena invertir en eso, sugieren los expertos.
7. Encuentra oportunidades en artículos semiterminados
Si te interesa importar, un artículo semiterminado puede ser más barato. Tú puedes darle los últimos detalles en tu país.
8. Negocia primero los términos de calidad
Al traer mercancía, establece primero las condiciones de calidad y luego negocia precio. Si lo haces al revés, podrías obtener un artículo a precio bajo, pero calidad reducida.
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