Si usted piensa ingresar al mercado argentino debe tener en cuenta las tendencias de consumo y formas de distribución, sin olvidar la situación económica actual
La economía argentina entró en recesión a principios de 2014 (-1,7% según el FMI, cifras rebatidas por el gobierno), afectada por la baja del poder adquisitivo de los hogares y de las exportaciones industriales, en particular hacia Brasil, principal mercado de exportación. Para este año, se espera una nueva contracción (-1,4% según el FMI); y la inflación es estimada por ciertos analistas en más de 40%, la deuda pública sobrepasará 50% del PIB en 2016 y las reservas del país se han agotado.
El Gobierno ha respondido a esta situación con una vuelta al proteccionismo (control de precios y el comercio), proponiendo una reducción de 45% de las importaciones de aquí a 2020 para favorecer a las industrias locales. Esto garantizaría también un superávit comercial, el único modo que tiene Argentina de obtener divisas, ya que el país es aún deudor del Club de París (8 mil millones de USD). El hecho de no rembolsar esta deuda le impide acceder a los créditos internacionales. Además, el Estado nacionalizó la compañía petrolera YPF, antigua filial de Repsol. Estas medidas han despertado el descontento del empresariado y han deteriorado las relaciones con los países del Mercosur.
Además, el sistema financiero sigue siendo frágil y el país hace frente a una crisis energética debida a la falta de inversiones en este sector. Hay otros problemas estructurales persistentes, como la corrupción, el deterioro de los transportes públicos y de los servicios de salud y educación.
Una política proteccionista a impactado en la imagen del país. Argentina es el tercer país en el ranking, que aplica medidas de defensa comercial, restringiendo las importaciones a través de la aplicación de Valores Criterio y de otro tipo de medidas. Los Valores criterio afectan a 587 productos, 415 a los países asiáticos, y 172 a algunos países de América Latina.
Todo este caos económico y social se ve reflejado en el comportamiento de consumo de la población. Después de la crisis económica, se ha vuelto más desconfiado, más selectivo (marcas baratas y las promociones con el objetivo de ahorrar) y más reticente respecto a los nuevos productos. De forma general, los argentinos son poco fieles a las marcas.
La gran distribución argentina está dominada por el francés Carrefour, que introdujo este nuevo tipo de establecimiento en el país a principios de los años 80. Entre los 7 líderes están dos cadenas locales, Coto y La Anónima, seguidas del grupo holandés Ahold.
Paralelamente, se ha desarrollado un nuevo tipo de distribuidores-mayoristas: los comerciantes, quienes, buscando en el mundo entero los productos de menor precio, permiten a los grandes distribuidores realizar operaciones promocionales. Por tal motivo, la utilización de distribuidores es una buena solución para penetrar el mercado.
Extracto del artículo "¿Exportar a Argentina?", publicado originalmente en la revista InMarket Nº 010.
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