Existen numerosas razones por las cuales una empresa decide incursionar por primera vez en el mercado internacional, la más importante debe ser una visión de expansión estratégica del negocio. Esta decisión requiere de preparación y esfuerzo para realizarlo con éxito.

Es vital para el éxito situarse en la realidad actual de su empresa, para así establecer el plan de internacionalización (plan de acción) a seguir. De esta manera, lo primero es ubicar el nivel de internacionalización de la empresa.

En la siguiente lista usted debe ser absolutamente objetivo al analizar su posición, y a si a partir de ella establecer su plan de acción.

Empresa pasiva

El comprador internacional acude a la empresa para comprar en planta y de ahí llevar el producto al extranjero por su propia cuenta. Es común que esta empresa no identifique que su producto se está exportando por un tercero.

Empresa activa

La empresa sale del país a buscar clientes internacionales. Generalmente se ubica un comprador y ahí se detiene el esfuerzo, hecho que representa un riesgo para la continuidad del negocio de exportación y se convierte en la principal restricción de regularidad internacional para las empresas.

Empresa consolidada

La empresa ya tiene más de un comprador internacional y deja de depender de un solo cliente para colocar su producto en el extranjero.

Empresa Internacionalizada

La empresa logra el posicionamiento de marca, servicio y nombre de la empresa a nivel internacional. Esta situación permite que el producto se aprecie de manera natural y que la dependencia de ciertos compradores se elimine de manera gradual.

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