Muchas empresas que empiezan a exportar presuponen que fijar un precio al exterior y dar una cotización basta simplemente con calcular sus costos y sumar una utilidad. Primero, es importante definir que entendemos por precio y cotización, pareciera que fuera lo mismo pero son ideas diferentes que tienen algo en común:

Precio. Es esa cantidad en términos monetarios que el consumidor o cliente está dispuesto a pagar por un producto o servicio.

Cotización. Es ese precio que se acuerda en una negociación entre comprador y vendedor, y que representa derechos y obligaciones para cada parte. Regularmente se utilizan los Incoterms para definir una cotización.

La determinación de los precios y la presentación de una cotización en el mundo actual no solo implican los costos que se tengan, sino también un análisis del mercado y la competencia para su producto. 


Por ende, los objetivos, el mercado y la competencia de la empresa deberán ser el punto de partida en toda decisión relativa a los precios y las cotizaciones. Si no es así, no tiene sentido actuar en un nuevo mercado si nuestros precios y cotización no nos brinda la seguridad de que se es competitivo. El ser competitivo dependerá por un lado de los costos variables que se tengan, pero también tiene mucho que ver con la propia política comercial que se va a realizar puesto que, es la que nos estará marcando cada uno de los costos añadidos (adecuación del producto, distribución, servicio post venta, etc.) para calcular los precios.

En conclusión, para usted ¿el precio en el mercado es el que el cliente permite?

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