
Se estima que los intercambios en puertos crecerán en los próximos años. A más comercio internacional, mayores son las distancias a recorrer y los elementos a transportar. Por lo tanto, mayor el uso de puertos. En ese sentido, todas aquellas ciudades que quieren ser una referencia en la exportación e importación deberán realizar inversiones periódicas para adecuar sus instalaciones a las necesidades específicas del comercio. Entre los aspectos más valorados de los puertos tenemos:
Situación geográfica: se trata de un factor que viene dado por la propia ubicación del país y que poco tiene que ver con sus características propias como puerto. Aquellos países que tengan determinadas salidas rápidas hasta destinaciones consideradas estratégicas serán más apetecibles que otros que queden más aislados. Del mismo modo, se preferirán aquellos países que gocen de una buena situación económica y que tengan una población con un poder adquisitivo suficiente como para poder comprar en importantes cantidades. En este sentido, el propio puerto puede ser un factor desencadenante de riqueza y de crecimiento económico para aquel país.
Tamaño: cuanto mayor sea el tamaño del puerto, más serán las mercancías que se podrán descargar o cargar, por lo que subirá el número de intercambios que se produzcan en él. En este sentido, en determinados países procesos de ampliación de puertos han tenido una importante oposición de entidades ecologistas, que consideran que el puerto y todo el material y transacciones que allí se producen generan un perjuicio para el medio ambiente muy importante.
Facilidad para poder realizar con la máxima rapidez la carga y descarga: un puerto deben tener aquella maquinaria y aquel personal tal que se produzcan los intercambios de la forma más rápida y ágil posible.
Facilidades de comunicaciones para poder llevar la mercancía del puerto a su destino: es importante que la salida de las mercancías desde el puerto al lugar donde deben llegar sea rápida. Para ello, hay que tener aquellas comunicaciones y carreteras adecuadas para que el transporte se haga de forma segura y efectiva. Además, a más rapidez en sacar las mercancías del puerto, más podrán llegar y más transacciones se podrán realizar y volumen operar.
Fiscalidad: hay países que ponen importantes tasas para la entrada de productos en su territorio. Este punto dificulta el comercio, ya que encarece el producto y lo hace menos competitivo. Por lo tanto, a menos barreras al comercio, más posibilidades que aquel puerto sea usado como base para las cargas y descargas.
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