Las PyMEs que participan en mercados internacionales consiguen el doble de éxito que las que permanecen en mercados domésticos
Un proyecto orientado y destinado a perseguir y producir resultados efectivos para superar las principales barreras a las exportaciones, a buscar los mercados emergentes, a constituir los canales de distribución y una mejor administración de la inversión, requiere principalmente de una adecuado acceso a la información para lograr llevar a cabo un programa de asesoramiento y acompañamiento con la debida asistencia legal y técnica, porque una infraestructura comercial restringe la competitividad e implica, en muchos casos, el fracaso inicial en los negocios.
La primera fase para la elaboración del plan consiste en un análisis inicial mediante el relevamiento de información detallada acerca de la empresa con especial énfasis en la descripción de su capacidad, para poner en práctica el proyecto y en definir sus fortalezas y debilidades. También es importante destacar las cualidades del producto o servicio, tanto desde el punto de vista arancelario, industrial, técnico funcional y mercadológico.
Las PyMEs que participan en mercados internacionales consiguen el doble de éxito que las que permanecen en mercados domésticos.
En un paso posterior, se procede a la selección de posibles mercados, a través del análisis de información fidedigna. Se describe y calcula la situación actual, el potencial y el crecimiento previsto de él/los mercados de interés.
Por ello es importante tener en cuenta la visión dinámica que hay que aportar para ir adaptando el plan a las diferentes circunstancia, ya que difícilmente éste tenga una estructura determinada, al menos en el primer momento, porque podría variar en razón de factores internos, propios de la empresa, como también por factores externos como el contexto económico, político, y del mercado del país o países donde la PyME intenta establecerse.
Pero muy al margen de la adecuada elaboración de un plan estratégico de exportación para penetrar un servicio o producto permanente y sistemáticamente en mercados internacionales y lograr un fuerte posicionamiento de la empresa en el resto del mundo, uno de los mayores obstáculos que experimentan las PyMEs es la falta de elaboración y ejecución de políticas públicas que apoyen el crecimiento del comercio exterior, como lo son por un lado, el financiamiento en la etapa de producción (pre-financiamiento) o el financiamiento de exportación propiamente dicho, y por otro la flexibilidad tributaria en tanto no impliquen excesivas retenciones impositivas a las operaciones de exportación, o en su caso que el reclamo para su devolución no se convierta en un extenso tramite burocrático.
Todo lo anteriormente mencionado nos llevaría a considerar que la intervención del sector público en permitir y facilitar un adecuado y transparente acceso a la información, como también de atenuar la presión tributaria y apoyo mediante financiamientos, son los elementos fundamentales a tener en cuenta por estas empresas al momento de decidir seguir operando en el mercado interno o empezar a ampliar sus fronteras.
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