Las personas son esenciales en el proceso de internacionalización de las empresas, más aún con el aumento de mercados (India, México, Brasil, Bangladesh, etc.) atractivos para la implantación de centro productivos. Eso implica que, incluso para los directivos con más experiencia y para las empresas más internacionalizadas, la gestión de personal en exterior sea un reto.
Llevar a cabo estas actividades internacionales, sean de corta, media o larga duración, no es fácil. La anticipación es indispensable en todos los desplazamientos, aunque sean muy cortos, hay que tener en cuenta los aspectos migratorios, fiscales y laborales.
El análisis y la gestión del visado correcto constituyen una de las primeras tareas para la empresa. También, es necesario que la empresa se informe todo lo posible sobre: aspectos culturales, condiciones climatológicas, seguridad y transporte y condiciones de higiene y salud. Además, hay que tener en cuenta otros factores que muchas veces pasan desapercibidos, como son los riesgos psicosociales asociados al desplazamiento y que influyen de forma diferente en cada individuo.
Toda empresa que tenga decidido internacionalizar requiere de personas que se desplacen para implementar las actividades o tareas establecidas, ya sea para la apertura del mercado, para la formación o para transmitir los valores corporativos. Ante ello, la empresa debe tener sumo cuidado en el proceso de selección del personal, la aceptación, las expectativas, la adaptación al país y al puesto, el retorno y la readaptación o cambio de asignación.
En la etapa de selección del personal la empresa debe analizar y definir el perfil y las competencias del personal, las condiciones generales (actividades, duración, retribución,..), la conducta profesional y la finalización de la asignación.
Contar con personas comprometidas con la empresa, con los conocimientos adecuados, con una actitud proactiva y flexible, y ante todo, una capacidad de adaptación cultural es clave. Realizar actividades en diferentes países con diferentes culturas es un desafío y el interés por conocerlo es determinante para evitar conflictos innecesarios. Por último, no podemos olvidar tampoco los aspectos familiares del personal. La familia y, especialmente, el cónyuge, tienen un papel clave tanto en la decisión como en el éxito de la adaptación y sus resultados.
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