El diseño del envase es un factor clave en la empresa, ya que este tiene como funciones: expresar e impactar; contener e informar y; proteger y preservar.
Para tener continuidad de ventas en una empresa hay que tener en cuenta que la concepción de un envase es una especialidad compleja que nos exige conocimientos técnicos y psicológicos, además de la experiencia y el talento de sus responsables; color, la forma, dimensiones, los materiales, textura son los aspectos que debemos tener en cuenta; si elegimos un material se debe seleccionar de acuerdo a las necesidades de cada producto en particular.
El color es un arma mercadológica de mucha fuerza que tiene el diseñador para motivar al consumidor; el color influye sobremanera para llamar la atención, para agradar, para gustar, para asociar, para provocar al ser humano.
Si vemos las dimensiones, éstas delimitan y definen la capacidad de un contenedor, la dimensión es directamente proporcional al volumen, el tamaño de un envase es determinante en la comercialización de las diferentes presentaciones de un producto.
Las dimensiones también nos llevan a la estandarización de las medidas. Como resultado de esto se agilizan y facilitan las actividades durante las etapas de la distribución: carga, descarga, manejo, transportación, almacenamiento, estiba y exhibición; se aprovechan al máximo los costosos espacios de los embalajes, de las paletas de carga, de los transportes, de las bodegas y de los anaqueles o góndolas de exhibición; se reducen costos de distribución.
Cada producto es vulnerable a determinados agentes, unos son débiles a la humedad, otros al calor o a la luz y otros al impacto; si elegimos una forma ésta es un componente estructural importante en el diseño del envase y/o embalaje y los creadores pueden considerar la originalidad de la forma, para llamar la atención del consumidor, para identificar exclusivamente a un producto.
Entre los principales materiales para la fabricación de envases tenemos: vidrio, cartón (corrugado y microcorrugado), plástico, hojalata y aluminio.
Vidrio
No transmite sabor a los alimentos a pesar del tiempo convirtiéndose en garantía de sabor y aroma intacto. Permite que los alimentos se conserven durante largos períodos sin que se altere su gusto ni su aroma.
Es un material 100 % reciclable, después de su uso, vuelve a nacer. El vidrio es un material sano y completamente puro.
Cartón (corrugado y microcorrugado)
El cartón corrugado es, hoy en día, el material número uno de embalaje, porque es el único que cumple simultáneamente funciones distintas. Identifica y promociona: se puede imprimir logotipos, formas, tamaño y colores, etc.
El envase de cartón corrugado, material centenario, ha sabido mantenerse joven y progresar gracias a cuatro factores esenciales:
- Su excelente relación calidad-precio.
- Su adaptación continua a las necesidades del mercado, tanto a nivel técnico (tratamientos especiales, mecanizado), como a nivel de las exigencias de marketing (impresiones cada vez más complejas, formas, usos, etc.).
- Su bajo peso: Es un material muy ligero.
- Sus ventajas medioambientales, sobre todo su ya antigua aptitud para ser reciclado, que lo sitúa en primer lugar de los materiales de embalajes reciclados para el mismo uso.
Envases Plásticos
Son envases rígidos fabricados de polietileno de alta densidad, siendo una de sus características principales, que puede ser utilizable por un largo período. Estos envases tienen una gran importancia en la post cosecha, ya que permiten que no se produzca mermas después de la cosecha. Son apilables, reusables y de fácil limpieza (lavado). Se utilizan para cosechar y transportar: frutas, hortalizas y tubérculos.
Envases metálicos (hoja lata)
Lámina de acero con bajo contenido de carbono, reducido en frío, recubierta en ambas caras por una capa muy delgada de estaño, de diferentes espesores que dependen del producto que va a contener el envase, a esta hojalata se le conoce como ETP, también puede estar recubierta de cromo y se le conoce como TFS. Con este material se fabrica una gran diversidad de envases de dos y tres piezas. La de dos piezas consta de cuerpo y tapa, los cuerpos son obtenidos por un proceso de embutición. La segunda pieza tapa será colocada una vez que se introduzca el envase del producto que se va a conservar.
Envases de foil de aluminio
El extenso uso del foil de aluminio como material para envases se debe principalmente a dos características: Se trata de un material de alta visibilidad (que llama la atención) y atractivo. El mismo prolonga la “vida en estante” de los productos debido a que es totalmente impermeable, evitando la oxidación, el shock térmico, así como la acción de otros factores similares que contribuyen al deterioro del producto.
El foil de aluminio es compatible con la mayoría de los alimentos, drogas, productos químicos, mercaderías duras y blandas. Pocos productos podrían corroer este material ya que dispone de una amplia variedad de recubrimientos y laminados de plástico o papel. El éxito y el creciente uso del foil de aluminio para todo tipo de envases, ya sea como parte estructural o como elemento de identificación del mismo, son resultado directo de la excelente función que cumple a un bajo costo.
En conclusión, el diseño del envase es un factor clave en la empresa, ya que este tiene como funciones: expresar e impactar; contener e informar y; proteger y preservar.
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