Un producto es aquello que se obtiene de un proceso de fabricación o manufacturación y que cumple con determinadas características que satisface las necesidades o requerimientos del consumidor del mercado o nicho que deseamos abordar.

Entonces, la elaboración de un producto debe realizarse en base a datos obtenidos en una investigación de mercados. Este estudio debe brindar información en cuanto a la forma en que el producto es usado, gustos o preferencias particulares de los consumidores, a las exigencias en cuanto a especificaciones técnicas del mercado industrial o a la protección del producto en base a las condiciones ambientales en las que será utilizado.

En el caso de la exportación, la empresa debe tener en cuenta también las restricciones o normatividad impuestas por los gobiernos a las cuáles su producto tiene que sujetarse para su ingreso a determinado país; ya que de estos detalles dependerán las aprobaciones correspondientes para la comercialización de sus productos en el mercado extranjero.


Por lo general, el tipo de restricciones o normatividad de la que estamos hablando es de tipo técnico y sanitario, incluyendo normas en cuanto a materias primas, proceso de elaboración, etiquetado y envasado, que estará determinado por el tipo de producto del cual se trate.

Es indispensable entonces que la empresa tome en cuenta las necesidades o requerimientos del consumidor y las restricciones o normatividad impuestas por los gobiernos elaborar o adaptar su producto de exportación. De no ser tomadas en cuenta, uno o ambos factores; el resultado pudiera ser extremadamente negativo y costoso para la propia empresa.

Todas estas adecuaciones varían de un mercado a otro, pero lo verdaderamente importante es que la empresa lleve a cabo de manera periódica investigación sobre si existen cambios en uno de estos factores, especialmente lo que se refiere a restricciones o normatividad impuestas por los gobiernos, esto le permitirá a la empresa mantener dentro del mercado.

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