Exportar es una decisión que toda empresa tarde o temprano tendrá que afrontar. La decisión de comenzar a exportar debe ser una decisión meditada y consciente. Es decir, exportar es una decisión voluntaria.

¿Qué que motiva a un empresario a exportar?

  • Incrementar las ventas e ingresos de su empresa. 
  • Acceder a nuevos mercados con más gente dispuesta a comprar tu producto.
  • Mejorar la calidad de tus productos a partir de la competencia mundial.
  • Un mayor reconocimiento para tu negocio en el país y en el extranjero.
  • Contribuir con la estabilidad de tu empresa: si el país atravesara una crisis, exportar frenaría tu exposición.
Toda empresa es capaz de exportar y competir a nivel internacional, pero ello demanda demostrar buenas credenciales y estar en la mejor forma. Para ello existen tres condiciones básicas:

Un producto de calidad

Capaz de satisfacer al mercado internacional. Antes que nada, infórmate de las características requeridas por el mercado al que quieres ingresar y compáralas con las de tu producto. Vistas las diferencias, capacita a tu personal para cumplir con esos estándares.

Una buena gestión empresarial

Un apropiado manejo comercial, financiero y una buena capacidad de negociación incrementan tus posibilidades de éxitos en la exportación. Busca contactos y asesoría para mejorar tu desempeño como Gerente.

Conocimientos sobre exportación

Debes entender bien todos los asuntos comprendidos en este tema: procesos, requerimientos, legislación, etc. Además, términos como distribución física internacional, medios de pago, Incoterms, deben ingresar en tu diccionario cotidiano. Si no dominas estos aspectos, asóciate o contrata a una persona que, al inicio, te acompañe en esta aventura internacional.

La decisión de exportar plantea varios riesgos y dificultades, puesto que la exportación supone invertir considerables recursos financieros, de gestión y de producción. ¡Cuidado! No descuide lo siguiente:
  • Dejar sin evaluar tu capacidad de exportación.
  • No contar con una estructura interna adecuada para gerenciar la exportación.
  • Prescindir de un plan y no solicitar asesoramiento.
  • Prescindir de un análisis de mercado del país al cual piensas exportar.
  • Demorar o incumplir en el envío de cotizaciones, ofertas y muestras.
  • Dejar de enviar la documentación necesaria exigida por las autoridades aduaneras y sanitarias en el mercado de destino.
  • Exportar productos que sean diferentes a las muestras enviadas.
  • Incumplir los acuerdos pactados en la cotización o negociación.
Si ya logro su primera venta al exterior. Y ahora vas por más. ¿Qué necesitas? Más clientes. Recuerda que la herramienta de promoción más importante será la seriedad de tu trabajo y la calidad de tu mercancía. Si cumpliste con ambos, tus primeros compradores en el extranjero se ocuparán de difundir las bondades de tu producto y de tus servicios entre sus amigos, familiares y conocidos. Pero también puedes invertir tiempo y recursos en averiguar sobre ferias nacionales de alcance internacional del sector donde trabajas y haz todo lo posible para participar en ellas. Si cuentas con mayores recursos, participa en ferias de otros países.

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