Al ingresar una empresa a competir en los mercados internacionales, la calidad de sus productos y servicios resulta un factor decisivo, hasta más importante que factores tradicionales como el precio. La calidad es el conjunto de atributos percibidos que generan preferencias por un producto o servicio específico.

Tenga en cuenta, la calidad no sólo implica características tangibles; por el contrario implica la calidad en el servicio posventa, en la garantía, en la puntualidad de la entrega, la uniformidad en la calidad de los proveedores, en la atención a las consultas y en todas aquellas actividades que le faciliten al cliente el uso efectivo y satisfactorio del producto.

¿Cómo determinar la calidad? La calidad se determina por dos criterios. En primer lugar, el nivel de exigencia de los consumidores en el mercado extranjero, quienes en muchísimos casos tienen parámetros más exigentes siendo más conscientes de los efectos que pueden tener sus decisiones de consumo sobre el ambiente y sobre su calidad de vida; y en segundo lugar, la amplia oferta para satisfacer una misma necesidad, pues la apertura comercial pone al alcance del consumidor una mayor cantidad y variedad de productos.


Mi producto y servicio pueden cumplir por la calidad solicitada por determinado grupo de consumidores (mercados), sin embargo, esto no será valido si no cuenta con una certificación que lo valide. La certificación es el proceso mediante el cual una entidad debidamente acreditada confirma la capacidad de una empresa o producto para cumplir con ciertas exigencias.

La certificación se convierte en la información para el consumidor que le permitirá valorar en forma distinta dos productos aparentemente iguales (certificación de producto) o decidirse a favor de una u otra compañía (certificación del sistema de calidad).

Una empresa que desee obtener una certificación debe tener presente que ésta no se obtiene rápidamente; se requiere de un trabajo arduo que puede tomar en promedio hasta un año y medio. En este período se debe desarrollar una serie de actividades, como la evaluación inicial de su sistema de calidad actual, adiestramiento y concientización del personal sobre los conceptos de calidad, conformación de equipos de trabajo especiales, preparación de manuales y procedimientos de calidad, difusión de las nuevas políticas y revisiones, entre otras. Es indispensable el compromiso de toda la organización, desde los directivos hasta los operarios.

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