Una Norma Técnica es un documento técnico elaborado por las partes interesadas, tales como el sector productor, el sector técnico y el sector consumidor, tanto del ámbito público como del privado, y aprobado por una institución reconocida, que dispone, para un uso común y repetido, reglas, directrices o características para los productos o los procesos y métodos de producción conexos. También puede incluir prescripciones en materia de terminología, símbolos, embalaje, marcado o etiquetado aplicables a un producto, proceso o método de producción, o tratar exclusivamente de ellas.

Existen diversos tipos de normas técnicas, como las de producto, de muestreo, de métodos de ensayo, de proceso, de sistemas de gestión, de buenas prácticas, entre otras. Todas ellas orientadas a estandarizar actividades técnicas, administrativas y comerciales.

La aplicación de normas técnicas es voluntaria. Un producto exportado que no es conforme con una norma puede ponerse en venta en el mercado de destino. Sin embargo, en la práctica esto no es del todo cierto. Las empresas que no emplean normas técnicas suelen tener problemas con los productos que exportan, y corren el riesgo de no ingresar en el mercado que desean, o de perder el mercado al que están exportando.

Por ejemplo, si un fabricante de prendas de vestir que desea exportar a Perú trabaja en función de moldes hechos por él y sus empleados, y sin un criterio de estandarización, es posible que las prendas de una misma talla sean diferentes en sus dimensiones. Esta situación generará insatisfacción en sus clientes y entre los usuarios de la prenda. Pero si, por el contrario, el fabricante conoce que en el Perú dispone de una norma técnica para ello, la “NTP ISO 3635:2006 - Designación de talla para prendas de vestir”, y toma la decisión de emplearla en la producción de sus prendas de vestir, no sólo logrará la estandarización de las tallas de prenda de vestir y por ende la satisfacción de su cliente, sino también mayor eficiencia en la producción de las prendas, e incrementará su productividad


Entonces, una norma técnica permite a las empresas estar en mejor posición para hacer frente a las dificultades que se le presentan en el procesamiento del producto, disminuyendo el riesgo de la pérdida de mercados. Además, las especificaciones técnicas establecidas le informan al productor sobre aquellos parámetros que requiere controlar para asegurar la calidad del producto que comercializa, por ejemplo:
  • En el caso de la madera, la humedad.
  • En el caso de los muebles, la estabilidad, la resistencia y la durabilidad.
  • En el caso del espárrago, el peso neto, el peso drenado, la determinación del vacío en conservas.
Si el producto no cuenta con una norma técnica nacional o la norma técnica del país de destino, el comprador indicará sus propias condiciones técnicas de compra, que pueden estar referenciadas en normas técnicas internacionales o ser definidas por el propio comprador.

En conclusión, las normas técnicas son un soporte para las empresas, pues constituyen una herramienta para la estandarización de sus procesos internos. Pero sobre todo de sus productos, pues desde el momento en que la norma técnica es adoptada como requisito del cliente, se convierte automáticamente en una condición técnica contractual, que clarifica el acuerdo de la transacción comercial, y beneficia tanto al productor como al cliente, y por ende al usuario o consumidor.

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