La exportación, como todo negocio, requiere un análisis de la situación empresarial de la organización y de su oferta; y además, tener claras las exigencias aduaneras
Muchas empresas se han lanzado a la exportación con la experiencia obtenida en el mercado local, en la mayoría de los casos, no producen los resultados esperados. Por lo tanto, no es sorpresa que muchas empresas se frustren y desistan por la exportación.
La exportación, como todo negocio, requiere un análisis de la situación empresarial de la organización y de su oferta; y además, tener claras las exigencias aduaneras de su país y el país del importador (costos, actividades y tiempos).
1. Análisis de la situación empresarial de la organización
Llevar a cabo el análisis de la situación empresarial de la organización requiere un Análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas). Las fortalezas y debilidades son aspectos que la empresa controla y que dependen de ella, como el perfil del personal, los insumos que se utilizan, las maquinarias, etc. Las oportunidades y amenazas son factores sobre los cuales la firma no tiene control, por ejemplo, un acuerdo comercial que firme el país con otro país o la creciente venta de estos tipos de productos en algún destino en particular, entre otras. Teniendo claro estos puntos las empresas pueden dar pasos firmes y lógicos, lo que aumenta exponencialmente las posibilidades de exportación de la empresa.
2. Análisis de la oferta exportable de la empresa
Muchas empresas suelen indicar que cuentan con un producto de exportación por la alta calidad de su producto. No obstante, esta afirmación no le garantiza a un comprador internacional que sea efectivamente así. Los compradores reciben diariamente ofertas de empresas cuyos productos son ponderados como de calidad. Sin embargo, saben que esto no siempre es real y, de hecho, pueden corroborar diferentes calidades de productos de acuerdo a sus oferentes. Para que la calidad sea realmente la fortaleza de un producto con miras a la exportación, debe estar avalada por una entidad ajena a la empresa, que indique que en su fabricación se respetan determinadas normas de producción. Este proceso se conoce como certificación de calidad.
Las empresas que compiten en el comercio exterior son aquellas que, como mínimo, ajustan su oferta a las características del mercado de destino. Si no lo hicieran, tendrían una oferta deficiente y poco competitiva de cara a los compradores internacionales, los cuales en la gran mayoría de los casos compran productos previamente configurados para sus mercados.
3. Exigencias aduaneras
Toda empresa con mira a la exportación debe conocer las exigencias de la aduana para exportar sus productos y saber cuáles son el costo inmersos en la operación. La información puede ser solicitada a un agente de aduanas o bien en la propia aduana. Del mismo modo, debe conocer las exigencias de la aduana del país del importador.
Identificar la nomenclatura arancelaria permitirá obtener información sobre:
- Tratamiento arancelario
- Reintegros e incentivos gubernamentales que correspondan al producto
- Requisitos de ingreso al país importador
- Preferencias existentes para los productos en el país destinatario
Las exigencias o requisitos aduaneros varían y suelen modificarse con el tiempo. Además de las exigencias aduaneras, es importante analizar con el agente de aduanas los costos de exportación: gastos portuarios, de depósito fiscal, de carga, etc., así como los tiempos del trámite del envío al exterior. Estos aspectos determinan los tiempos de entrega (la aduana exige ciertas intervenciones que pueden demorar la exportación algunos días, semanas e, incluso, meses) y los precios de exportación.
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