Los marketplaces o tiendas en línea son especialmente idóneas para pequeñas y medianas empresas, con miras a la internacionalización, que operan en un nicho de mercado o que ofrecen productos muy concretos que se pueden exponer en un catálogo.

Una tienda en línea consta de tres componentes principales:
  • Una lista de productos o un catálogo con información, ilustraciones y precios.
  • Un sistema para seleccionar productos, denominado habitualmente “carrito de compra”.
  • Un mecanismo para realizar pedidos y efectuar pagos. Los pedidos se envían al comerciante por correo electrónico, y el pago puede efectuarse, principalmente, mediante tarjeta de crédito o PayPal. Algunos vendedores aceptan pedidos por correo electrónico y formas de pago tradicionales, como giro postal o cheque.
El negocio en línea deberá estar protegido contra riesgos como la piratería informática o los virus. Asimismo tiene que facilitar al usuario información clara sobre los procesos: pedidos, pagos, devoluciones, reembolsos, garantías, privacidad y seguridad.

Las ventajas y desventajas de los marketplaces

Entre las ventajas que ofrece una tienda en línea cabe destacar las siguientes:
  • Se pueden promocionar productos, servicios, una organización, eventos, ideas o aptitudes profesionales.
  • La tienda está abierta 24 horas al día, 7 días a la semana.
  • El número de personas que pueden comprar simultáneamente es ilimitado.
  • No es necesario disponer de mucho personal.
  • Se puede captar el mercado local y el internacional sin necesidad de instalaciones en el extranjero.
  • Se puede expandir el catálogo de productos y servicios a medida que crece el mercado.
  • No hay que pagar alquiler ni mobiliario, solo almacenamiento web y mantenimiento del sitio.
Entre las desventajas de una tienda en línea cabe destacar las siguientes:
  • Nadie sabe que existe la tienda electrónica, por lo que será necesaria una comercialización dentro y fuera de Internet. La comercialización fuera de Internet puede incluir anuncios en la prensa y otros canales publicitarios tradicionales. La comercialización en línea incluye anuncios en los sitios de los medios de comunicación social o a través de empresas de buscadores.
  • Algunas personas tienen miedo a comprar en línea y son reacias a facilitar los datos de su tarjeta de crédito.
  • Los clientes internacionales suelen ser exigentes en lo que respecta a las consultas sobre los productos. Algunos operadores de tiendas en línea responden a las consultas incluso de madrugada, ante el temor de perder la confianza del cliente o la credibilidad.
  • Las autoridades aduaneras a veces rechazan algunos artículos, lo que originará problemas para el comprador y el vendedor.
  • La competencia de otros vendedores en línea puede ser fuerte.
  • Una tienda en línea exige actualizaciones constantes, desarrollo tecnológico y mejoras, además de investigar otros sitios de la competencia, entre muchas otras cosas.

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