Las empresas exportadoras cuentan con cuatro formas para financiar sus operaciones de exportación, por lo general

Las empresas exportadoras cuentan con cuatro formas para financiar sus operaciones de exportación. La primera, es a través de los recursos propios del empresario. Lo que implica poner plata de su bolsillo, o que la empresa genere los recursos necesarios (que sus ingresos en efectivo sean mayores que sus egresos en efectivo), producto de las operaciones propias del negocio.
La segunda, proviene de los proveedores. El crédito que se obtiene de ellos, implica más días de plazo para pagar lo que se les adquirió y, por lo tanto, menos recursos que la empresa o su propietario tienen que poner para financiar sus exportaciones.
La tercera, proviene del comprador. En algunos casos, se puede conseguir financiamiento directo del comprador (importador), el cual se hace efectivo a través de las cartas de crédito, bajo los términos denominados Cláusula Roja y Cláusula Verde. La primera, posibilita un adelanto de efectivo, amparado por las condiciones estipuladas en la carta de crédito y se entrega al exportador a la presentación de un simple recibo. La Cláusula
Verde, por su parte, adelanta efectivo contra la presentación del recibo y el endoso de un warrant, más el certificado de depósito en donde se evidencia que, la totalidad o parte de la mercadería a ser exportada, se encuentra almacenada como garantía.
La cuarta fuente está constituida por los préstamos que, específicamente para ese fin, pueden obtenerse de los bancos u otras instituciones financieras. En caso que se recurra a los bancos para financiar sus exportaciones, estos ponen a disposición de sus clientes los créditos denominados “advance account”, que en castellano significa “avance en cuenta”, bajo cualquiera de dos modalidades de financiamiento: pre y post-embarque.
En términos generales, un “advance account,” es una facilidad que bancos del exterior conceden a bancos locales y que tiene propósitos definidos, pues en su gran mayoría, sólo sirven para financiar exportaciones e importaciones. El banco local actúa de intermediario y asume el riesgo de conceder el crédito (es decir, si el deudor no paga, el banco local tiene que asumir la deuda frente al banco extranjero) y, es por eso, que al costo de la línea, el banco local cobra una comisión de aval. Por lo tanto, el costo de la operación al cliente está compuesto por la tasa de interés que cobra el banco extranjero (normalmente la tasa LIBOR más un adicional), la comisión de aval del banco local y otros costos menores, tales como telex, fotocopias, portes y gastos de corresponsal.
En la práctica, casi siempre los recursos financieros para las operaciones de exportación provienen de una mezcla de estas cuatro fuentes.
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