En los negocios internacionales como en los negocios locales, la empresa deberá hacer frente a diversos riesgos
El análisis de riesgo es un factor-clave en los negocios. Su ejecución correcta ayuda a la toma de decisiones sobre cómo debe afrontar la dirección de la empresa la entrada a los mercados internacionales.
El riesgo, en términos empresariales, es la probabilidad de que una amenaza se convierta en una pérdida o una desgracia que afecta el funcionamiento de una empresa. Estos riesgos pueden clasificarse de manera general como que afectan la propiedad, los ingresos, la responsabilidad y el personal. Los riesgos también se pueden clasificar por exposición económica y política.
Amenazas externas que son impredecibles e incontrolables
- Regulatorio (intervención gubernamental no anticipada)
- Peligros naturales (tormentas, inundaciones, terremotos, etc.)
- Accidentes, vandalismo o sabotaje (por ejemplo, manipulación de contenedores)
- Impactos ambientales o sociales imprevistos como resultado de la empresa
- No completar el proyecto debido a fallas en la infraestructura, diseño, financiamiento (bancarrota de una de la contraparte)
- Fracaso debido a disturbios políticos
- Amenazas para la salud o la seguridad pública por contaminación o enfermedad
Amenazas externas que son predecibles pero incontrolables
- Riesgos de mercado (disponibilidad de insumos, fluctuaciones de costos, competencia, cumplimiento de acuerdos)
- Operativo (mantenimiento, inocuidad, seguridad)
- Impactos ambientales o sociales de las actividades de la empresa
- Fluctuaciones monetarias, inflación, cambios en los impuestos
Amenazas internas que no son técnicas pero generalmente controlables
- Gestión (falta de sinceridad, incapacidad, insuficiencia, pérdida de control, incompatibilidad de objetivos, cambios de personal, estructura inadecuada, políticas deficientes, planificación inadecuada, programación poco realista, sin coordinación)
- Dependencia excesiva de un individuo para una parte crítica del proyecto (especialmente en empresas más pequeñas)
- Error humano (por ejemplo, sistemas de medición imperiales y métricos confusos)
- Retrasos debido a aprobaciones regulatorias, escasez de mano de obra, baja productividad, paros laborales, escasez de material, entregas tardías, condiciones imprevistas, accidentes, sabotaje, problemas de arranque
- Costos excesivos debido a demoras, adquisiciones inapropiadas, negociaciones salariales, mala gestión, reclamos de contratistas, subestimaciones
- Acortamientos de flujo de efectivo, interrupciones o insolvencia
- Pérdida de beneficios u otros beneficios derivados de otros riesgos.
Amenazas internas que son técnicas pero generalmente controlables
- Los cambios en la tecnología hacen que parte de la empresa quede obsoleta, las partes se descontinúan, los competidores introducen mejores tecnologías, las nuevas tecnologías son demasiado complejas
- La tecnología no funciona como se requiere en términos de tasas de error, fallas, estabilidad, confiabilidad, etc.
- La tecnología no puede cumplir el papel que se espera de ella en productos, procesos, logística, entrega, comercialización, servicio, etc.
- Los problemas de diseño surgen debido a información deficiente, inexperiencia, un proceso inadecuado, falta de detalles, demasiadas solicitudes de cambio o un conflicto entre el diseño y la ejecución
- La complejidad general está más allá de las capacidades de gestión de la organización.
Amenazas legales que generalmente son controlables
- No se respetan las licencias y los derechos de patente de una empresa: otros copian la propiedad intelectual debido a una protección legal inadecuada
- Dificultades contractuales debido a interpretaciones erróneas, malentendidos, estrategia de contratación inapropiada, tipo de contrato incorrecto
- Prácticas competitivas o monopolios
No podemos eliminar por completo los riesgos a lo largo del desarrollo de nuestra actividad empresarial internacional, y tampoco podemos fingir que no existen, pues tarde o temprano terminarán materializándose en fracaso, o brindaremos servicios incompletos o ineficaces. Frente a esta realidad, la mejor actitud es hacer una gestión responsable de los riesgos y aprender a gestionarlos.
COMMENTS