¿Llevas varios años en el rubro y crees que ya es tiempo de expandir tus límites, pero no estás seguro? Lee con atención este artículo
Si su empresa tiene un producto o servicio de calidad y competitivo, y tiene la ambición de diversificarse, aventurarse en la exportación puede ser la decisión más inteligente que tome. Hacer negocios en el extranjero puede ayudarlo a aumentar sus ventas y participación en el mercado, reducir los costos operativos, mejorar la competitividad y obtener acceso a nuevos recursos y tecnologías.
No obstante, hacer negocios en el extranjero es mucho más que tener solo un producto o servicio competitivo, y cualquier exportador exitoso le dirá que analizaron diferentes aspectos del negocio y el entorno con mucho cuidado antes de decidirse a ir al extranjero.
Al igual que ellos, puede mejorar tus probabilidades de éxito en el extranjero al examinar cuidadosamente su negocio, encontrar formas de capitalizar sus fortalezas y tomar medidas para remediar sus debilidades. Aquí hay seis aspectos importantes que merecen mucha atención:
1. Viabilidad del producto
Deberá realizar una investigación de mercado para determinar si sus productos o servicios atraerán, de hecho, a los compradores de otros países. Si puede ofrecer algo único a precios competitivos, sus posibilidades de éxito aumentarán. Por el contrario, producir y vender mercancías ordinarias y ampliamente disponibles no suele funcionar. E incluso si tiene un producto o servicio atractivo, es posible que deba modificarlo (posiblemente a un costo considerable) para cumplir con los gustos extranjeros y las normas reguladoras.
2. Desempeño de la empresa
Si su negocio está funcionando bien en su país, es una gran ventaja. Un flujo de caja sólido y márgenes de beneficio cómodos, respaldados por un plan de negocios efectivo, son una excelente plataforma de lanzamiento para un proyecto de exportación. Por el contrario, tratar de exportar desde una base nacional inestable solo aumentará la presión sobre los recursos de la empresa, lo que puede ser extremadamente riesgoso. Además, es mucho más difícil para una empresa en dificultades obtener financiación para sus acuerdos de exportación.
3. Recursos humanos
Sus recursos humanos y gerenciales pueden ser adecuados para sus necesidades domésticas. Pero si su negocio de exportación es más que un éxito modesto (que es el objetivo, después de todo), necesitará más personas para manejar la mayor carga de trabajo. Eso significa reclutar, contratar y capacitar, lo cual requerirá recursos de la empresa que van desde más espacio de oficina a una planilla más grande. Asegúrese de estar preparado para expandir esta parte de su negocio cuando llegue el momento.
4. Recursos financieros
La mayoría de los exportadores de pequeñas y medianas empresas no pueden iniciar una operación internacional utilizando sus propios recursos financieros, por lo que recurren a sus entidades bancarias para obtener el capital de trabajo que necesitan. Desafortunadamente, puede ser mucho más difícil obtener financiamiento para la exportación que para las operaciones nacionales. Esto se debe a que el comercio internacional es inherentemente más riesgoso que el comercio interno, y porque los bancos saben que la mayoría de las empresas de exportación necesitan un par de años (al menos) para comenzar a obtener ganancias saludables.
5. Recursos de producción
Una forma segura de fallar internacionalmente es asegurar un contrato grande y luego no poder cumplirlo. Asegúrese de tener suficiente capacidad de producción adicional, o puede crearla rápidamente, para satisfacer una demanda extranjera inesperadamente grande. También debe asegurarse de que sus proveedores podrán respaldar sus compromisos de producción sin causar demoras o cuellos de botella.
6. Recursos logísticos
Producir lo suficiente para completar un pedido es solo una parte del trabajo: aún debe asegurarse de que su comprador reciba sus productos a tiempo y en las condiciones esperadas. Necesitará personal capacitado en logística de exportación y que pueda solucionar problemas de entrega de manera rápida y eficiente.
Si examina todos los aspectos anteriores y obtiene respuestas positivas en todos los ámbitos, está en buena forma para comenzar a exportar. Sin embargo, si encuentra algunas debilidades, no se rinda: casi todas las empresas no exportadoras, en esta etapa inicial, tienen brechas en su preparación. Pero una vez que llene esos vacíos, puede viajar al extranjero con confianza y una base sólida para el éxito internacional.
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