Te contamos cómo actuarse en caso de entregas de carga con roturas y desperfectos. Así como los aspectos que tienes que tener en cuenta
Cuando el exportador recibe un reclamo por parte del importador por desperfectos en la mercancía, debe analizar cuidadosamente las condiciones en las que esta fue exportada para poder tomar la decisión de asumir la responsabilidad. Se recomienda recurrir a la negociación y no llegar directamente a la discusión. El Convenio de Viena sobre contratos de compraventa internacional recomienda el arbitraje internacional para la solución de estos problemas, aunque por los costos en que se incurre es mejor la conciliación.
Los seguros también son importantes en este punto, pues con ellos el importador o exportador no sufrirá pérdidas económicas y se mantendrá en la misma situación anterior al negocio. En ese caso, debe considerar la cláusula de seguro contratada.
Algunas veces, en el comercio exterior el exportador envía la carga y llega a destino dañada. En estos casos se debe analizar las responsabilidades según la regla Incoterms pactada en el contrato. Por ejemplo, si se acordó en la regla Incoterms FOB, CFR o CIF, entonces el exportador tenía la responsabilidad de entregar la carga a bordo del buque. En ese punto trasmite el riesgo y lo asume el importador.
También se debe considerar si el daño se produjo por un mal embalaje, por eso se recomienda utilizar el material apropiado que proteja a la carga durante todo el trayecto logístico.
Siempre habrá problemas y errores, demoras y aun desastres, evitables e inevitables. La regla más importante es: ¡mantenga informado a su comprador! Si un problema se comunica a tiempo, es posible que el comprador pueda reposicionar el contrato y resolver el problema. Si los compradores no son alertados prontamente, les será imposible protegerse e, indirectamente, proteger también al exportador. Si está claro que la calidad no es la que debería ser, no espere que vaya a pasar por alto, lo mejor es alertar al comprador. Si una reclamación es razonable, soluciónela pronta y eficientemente. El comprador no es el enemigo, al contrario, es un socio y debe ser tratado como tal.
El arbitraje, no es una solución, por lo general daña la reputación y en consecuencia marca el fin de una relación comercial, cuando por el contrario las reclamaciones solucionadas pueden ayudar a fortalecer las relaciones comerciales.
Tenga presente que muchos compradores no harán reclamaciones de poca importancia ni se obstinarán en recurrir al arbitraje – su tiempo es oro. Por esta razón, optaran simplemente por borrar el nombre de la parte infractora de su lista de socios aceptables, por lo general sin hacer ningún comentario al respecto.
Los motivos más probables de reclamación de los compradores son la calidad, el peso, los retrasos en la expedición o la no expedición, la documentación incorrecta u omitida, etc. Las reclamaciones de los proveedores se centran, por lo general, en pagos tardíos, incompletos o la carencia de ellos o, por ejemplo, la frustración de un contrato por parte de un comprador que no proporciona las instrucciones de embarque.
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