
Los estándares de producción, de calidad y de responsabilidad social-ambiental se han convertido en los últimos años en el talón de aquiles de los productores agrícolas a nivel global.
Las rigurosas normativas, los complejos procesos y las recurrentes auditorías para la certificación. Han originado que este término tenga una cierta connotación negativa para los agricultores. A tal grado que en muchas ocasiones son entendidos por el gremio como grandes obstáculos operativos y comerciales en perjuicio del agricultor. Cuando en realidad su esencia y su razón de ser, significan todo lo contrario.
En primer lugar, porque los estándares son herramientas muy poderosas que nos ayudan a impulsar la innovación y aumentar la productividad; El comprender las nuevas realidades y tener la capacidad de reaccionar al cambio de manera oportuna (sobre todo en escenarios inciertos como en el que vivimos en la actualidad) es parte de los grandes beneficios que ofrece trabajar bajo un estándar.
En segundo lugar, porque los estándares son procesos de mejora continua que nos permiten optimizar nuestros recursos y asegurar la sostenibilidad de nuestros cultivos; Lo cual representa una gran ventaja competitiva, en un mundo donde los recursos naturales son cada vez más limitados.
En tercer lugar, porque los estándares nos permiten asegurar la sostenibilidad de los alimentos a través de la medición y el análisis de datos, y nos facilitan la implementación de prácticas de responsabilidad social- ambiental a través de la creación de protocolos y prácticas internas; dos temas de gran importancia para la agenda global 2030.
En resumen, los estándares locales, nacionales e internacionales fueron creados con el fin de garantizar a las sociedades, que los productos, servicios y sistemas agrícolas son seguros, confiables, sostenibles y socialmente responsables.
Por esta razón, la Organización Mundial del Comercio (OMC) afirma que los estándares fueron desarrollados para mejorar:
- La calidad de vida de las personas.
- La calidad de los productos y de los servicios.
- La eficiencia en el uso de los recursos.
- Las Condiciones comerciales
Como verás, los estándares cumplen un propósito muy importante para la agricultura, para la seguridad alimentaria y para el comercio local, e internacional en general. Lo cual hace de uso y aplicación una tarea obligada para el agricultor del siglo XXI.
Fuentes:
The Importance of Standards in Agri Food Production, International Trade Centre 2020.
Publicar un comentario