La redefinición del buyer persona requiere un enfoque más profundo y centrado en el consumidor

En el cambiante panorama del 2021, la redefinición del buyer persona se ha convertido en una necesidad estratégica. La pandemia de COVID-19 ha alterado los comportamientos de compra y las expectativas de los consumidores de formas que no podríamos haber previsto. Como resultado, los perfiles de buyer persona que funcionaban en el pasado pueden no ser efectivos en el presente.
Un buyer persona ya no es simplemente un perfil demográfico. Ahora, debemos considerar factores como las nuevas necesidades y preocupaciones de los consumidores, sus hábitos de compra en línea y su nivel de comodidad con las tecnologías digitales.
Según un estudio de McKinsey, el 75% de los consumidores han cambiado su comportamiento de compra durante la pandemia. Esto incluye cambios en las marcas que eligen, los canales que utilizan y la frecuencia con la que compran. Además, el 73% de los consumidores planean continuar comprando en línea después de la pandemia. Esto significa que los buyer personas deben reflejar estos cambios en el comportamiento de compra.
Además, la redefinición del buyer persona también debe tener en cuenta la creciente importancia de los valores y la ética en las decisiones de compra. Según un informe de Accenture, el 63% de los consumidores globales prefieren comprar productos y servicios de empresas que se alinean con sus valores y creencias. Esto significa que los buyer personas deben reflejar no solo quién es el consumidor, sino también qué valora.
Por lo tanto, en 2021, un buyer persona es aquel que refleja no solo quién es el consumidor, sino también cómo piensa, cómo se siente y qué valora. Este enfoque centrado en el consumidor nos permitirá crear estrategias de marketing más efectivas y resonantes.
Por ejemplo, si nuestro buyer persona es un consumidor consciente de la sostenibilidad, podríamos enfocar nuestras estrategias de marketing en destacar nuestras prácticas de producción ecológicas y nuestro compromiso con la responsabilidad social corporativa. Si nuestro buyer persona es un consumidor que valora la comodidad y la eficiencia, podríamos enfocar nuestras estrategias de marketing en destacar la facilidad de uso de nuestros productos y la rapidez de nuestro servicio de entrega.
En conclusión, la redefinición del buyer persona requiere un enfoque más profundo y centrado en el consumidor. Al entender no solo quién es nuestro consumidor, sino también cómo piensa, cómo se siente y qué valora, podemos crear estrategias de marketing que sean más efectivas y resonantes. En un mundo post-pandémico, este enfoque centrado en el consumidor será clave para el éxito del marketing.
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