La Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías, a veces denominada Convención de Viena...
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías, a veces denominada Convención de Viena, es un tratado destinado a proporcionar un cuerpo uniforme de leyes relativas a la venta de mercaderías entre naciones.
La Convención de Viena tiene como objetivo reducir sustancialmente las barreras a las ventas internacionales mediante la creación de reglas sustantivas y modernas que regulen los derechos y obligaciones respectivos de las partes de un contrato de compraventa internacional.
Actualmente son 94 países que han adoptado la Convención de Viena. Al adoptar formalmente la Convención, los países se comprometen a tratar sus reglas como parte de sus leyes. En otras palabras, la Convención de Viena tiene como objetivo simplificar el proceso de compra y venta de bienes en el comercio internacional.
¿Qué utilidad tiene la Convención de Viena para las empresas internacionales?
Las leyes que rigen las ventas pueden diferir mucho de un país a otro. Como tal, a menudo existe confusión en cuanto a qué ley del país regirá el contrato. Esta incertidumbre es con frecuencia motivo de conflicto y ciertamente no fomenta ni ayuda a facilitar el comercio internacional.
La Convención de Viena se creó para eliminar parte de esa incertidumbre y proporcionar un conjunto de reglas que las partes pudieran elegir adherirse en sus tratos comerciales, describiendo las obligaciones y los remedios para las partes en las transacciones internacionales. Al aplicar la Convención de Viena, las partes a menudo pueden evitar problemas difíciles de conflicto de leyes y llenar los vacíos en los contratos.
Algunas de las disposiciones más importantes de la Convención de Viena abordan:
- Obligaciones de los vendedores con respecto a la calidad de los productos;
- Las obligaciones de los compradores de recibir la entrega, examinar las mercancías y notificar cualquier falta de conformidad;
- y Los recursos de los compradores por incumplimiento de contrato por parte del vendedor.
¿cuándo entra en juego la Convención de Viena?
En primer lugar, para que se aplique la Convención de Viena, las partes del contrato deben tener oficinas en diferentes países. En términos más simples, la Convención de Viena no se aplicará a los contratos de venta de bienes entre dos corporaciones brasileñas.
Sin embargo, la Convención podría aplicarse a un contrato de venta entre entidades de Brasil y Portugal.
También es importante señalar que la Convención de Viena no se aplica a los contratos de venta de servicios únicamente, ni se aplica en general a la venta de bienes adquiridos para uso personal.
Algunos escenarios para resaltar cuándo podrían aplicarse las reglas de la Convención de Viena:
- Cuando ambas partes del contrato de compraventa se encuentran en países que han adoptado la Convención de Viena (los “Estados Contratantes”), la CISG puede aplicarse automáticamente a su transacción.
- Cuando una de las partes es de un Estado Contratante y el contrato establece expresamente que la ley de ese Estado Contratante regirá el acuerdo, la Convención de Viena puede aplicarse.
- Cuando ninguna de las partes es de un Estado Contratante, pero las partes acuerdan en su contrato que se aplique la Convención de Viena.
Tenga en cuenta que las partes son libres de optar por no aplicar la Convención de Viena, ya sea en forma parcial o total. Como tal, en el primer escenario anterior, donde ambas partes son de Estados Contratantes, pueden decidir optar por no participar en la aplicación automática de la Convención de Viena al indicarlo en su contrato.
La Convención de Viena una opción alternativa y neutral
Al determinar qué ley regirá el contrato, los países normalmente buscarán que sus propias leyes nacionales tengan prioridad.
Por ejemplo, si usted es una empresa canadiense que tiene un contrato con una empresa de Japón, puede ser de su interés que la ley canadiense se aplique y regule el contrato, a diferencia de la ley japonesa.
Esto a menudo conduce a conflictos entre las partes negociadoras sobre qué ley aplicar.
La Convención de Viena ofrece una opción alternativa y neutral a este dilema. Para obtener una lista completa de los países que han adoptado la Convención de Viena, consulte https://uncitral.un.org/es/texts/salegoods/conventions/sale_of_goods/cisg/status.
Antes de firmar un contrato, es fundamental saber qué países son Estados contratantes y si su transacción puede estar sujeta o no a las disposiciones de la Convención de Viena.
Por eso es tan importante observar detenidamente todas las leyes y convenciones antes de firmar un contrato, para saber qué reglas y regulaciones se aplicarán a usted.
Si tiene alguna pregunta sobre la Convención de Viena y su posible aplicación a su negocio, lo invito a revisar el sitio oficial https://uncitral.un.org/es
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