Es recomendable que toda negociación comercial se formalice preferentemente por escrito a traves de un contrato comercial internacional
Ya sea que sea nuevo en los negocios internacionales o un profesional veterano, la importancia de obtener un contrato correcto no se puede minimizar. Un contrato sólido puede ayudar a evitar disputas y posibles litigios, los cuales son especialmente riesgosos y costosos cuando se venden a nivel internacional.
Al negociar un contrato comercial internacional, asegúrese de:
Identificar las partes del contrato. Si se trata de empresas afiliadas, agentes o representantes, el contrato también debe incluirlos.
Especificar la ley que rige el contrato. Las leyes comerciales de un mercado extranjero siempre diferirán en al menos algunas formas, lo que puede generar desacuerdos sobre el significado de una cláusula en un contrato. Para reducir la probabilidad de una disputa, el contrato debe especificar qué leyes del país regirán el acuerdo.
Redactar un contrato integral. Debe incluir todos los términos esenciales que las partes han acordado, ya que omitir uno puede dar lugar a disputas.
Redactar todas las partes del contrato de forma que quede claramente redactado y fácilmente comprensible para todas las partes. El lenguaje ambiguo en un contrato invita a desacuerdos y litigios.
Cláusulas y términos básicos del contrato
Para evitar malentendidos al desarrollar un contrato comercial internacional, es importante comprender las cláusulas y los términos básicos del contrato.
Hay ciertos elementos básicos que todo contrato internacional debe incluir. Por ejemplo, los contratos deben incluir declaraciones sobre el idioma y el sistema legal que rige el contrato, ya que esto será crucial si el contrato alguna vez necesita ser disputado.
Ejemplos de contratos para la compraventa comercial internacional: https://acortar.link/KJ0O63
Consideraciones al cerrar negocios en el exterior
¿Cómo diferencio una carta de intención de un contrato?
Una Carta de Intención (LOI) o un Memorando de Entendimiento (MOU) se usa a menudo cuando las partes están considerando hacer negocios entre sí o considerar comprar bienes raíces, equipos de capital u otra propiedad. En esta etapa de la construcción de un contrato, cada parte aún tiene que llegar a un entendimiento final de cómo será su relación contractual.
Las LOI y los MOU con frecuencia terminan en los tribunales porque una parte piensa que ha llegado a un acuerdo sólido y la otra parte piensa que el documento solo representa una negociación preliminar. La mejor manera para que una organización proteja su negocio al usar estos documentos es colocar una declaración en cada página que diga: ESTE DOCUMENTO REPRESENTA SOLAMENTE DISCUSIONES PRELIMINARES. ESTE NO ES UN CONTRATO VINCULANTE.
Cabe señalar que, según algunas interpretaciones legales, si un MOU cumple con los cuatro requisitos de un contrato, puede considerarse como un contrato sin importar cómo se llamen los documentos.
¿Un correo electrónico alguna vez cuenta como un contrato?
En muchas situaciones, un contrato puede formarse mediante un intercambio de correos electrónicos. Es importante ser cauteloso, ya que es posible que sin darse cuenta se vea obligado a realizar un compromiso contractual, incluso si una de las partes considera los intercambios de correo electrónico como negociaciones preliminares.
La forma de manejar este riesgo es asegurarse de que la comunicación por correo electrónico solo contenga una negociación preliminar y que ninguna de las partes tenga ninguna obligación hasta que ambas celebren un acuerdo por escrito firmado mutuamente.
Batalla de las formas
No es raro que surjan problemas cuando los contratos se complementan con otros procesos y formularios.
Muchas empresas hacen negocios con sus proveedores emitiendo órdenes de compra con los principales términos comerciales en el anverso del formulario de orden de compra, como el precio, la cantidad de bienes, la fecha de entrega o el método de envío. En el reverso se encuentran los términos y condiciones legales preimpresos.
Luego, los proveedores enviarán su formulario de reconocimiento, que tiene diferentes términos y condiciones en el reverso. Estos términos y condiciones en ambos formularios a menudo entrarán en conflicto. Los abogados tienden a llamar a esta situación “la batalla de las formas”, ya que no siempre está claro qué lado prevalecerá si surge una disputa.
No se recomienda dejar de usar formularios preimpresos para transacciones de rutina, ya que permiten que los negocios se realicen de manera más eficiente. Más bien, para transacciones significativas que involucran ingresos importantes o riesgos financieros, es importante utilizar un contrato escrito firmado por ambos y preparado por un abogado calificado.
Por ejemplo, nunca se deben realizar compras multimillonarias mediante un intercambio de formularios preimpresos. Dichos formularios son más apropiados para compras más pequeñas, como suministros de oficina de rutina.
Contratos escritos: el estándar de oro
Si bien un contrato no necesita estar por escrito para ser exigible, la mejor práctica es negociar un contrato por escrito firmado por ambas partes.
Existen serios riesgos cuando las partes se basan únicamente en acuerdos verbales, ya que hay falta de prueba si las partes no están de acuerdo con sus respectivas obligaciones. En algunas jurisdicciones, los acuerdos verbales no se pueden hacer cumplir en los tribunales, especialmente para transacciones de bienes raíces y transacciones superiores a un monto específico en dólares.
Muchos empresarios de pequeñas y medianas empresas (PYME) prefieren ahorrar dinero redactando sus propios contratos con formularios que se encuentran en Internet. Desafortunadamente, esta práctica eventualmente puede resultar en un costo más alto que pagar a un asesor legal para redactar un contrato en primer lugar.
Cuidado con las modificaciones verbales de los contratos escritos
Incluso después de tomarse el tiempo para negociar un contrato escrito firmado por ambas partes, muchas organizaciones aceptan modificaciones verbales del contrato, como fechas de entrega retrasadas o cambios en las cantidades. Entonces, si surge una disputa en una fecha futura, una de las partes puede estar tratando de discutir los términos del contrato original, mientras que la otra parte puede argumentar que la modificación verbal es el acuerdo que debe hacerse cumplir.
Evite ponerse en esta posición asegurándose de que todo esté documentado por escrito y que ambas partes firmen mutuamente cualquier modificación del contrato original. Como se señaló anteriormente, cada modificación debe estar respaldada por una consideración revisada.
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