Uno de los elementos más utilizados en la cadena de suministro internacional de mercancías, son los contenedores. Los contenedores son recipientes de carga que permiten almacenar la mercancía para transportarla tanto en camiones, trenes y barcos, posibilitando así el transporte intermodal.
Existe una variedad de contenedores que han sido diseñados para el transporte de cargas. Según el tipo de carga, carga general (contenedores secos), líquidos a granel (contenedores tanque), cargas en polvo o en partículas a granel (contenedores de carga a granel), cargas demasiado voluminosas (contenedores de techo abierto y contenedores abiertos abatibles), y artículos pesados (contenedores abiertos abatibles).
El movimiento físico de los contenedores en la cadena de suministro
Cuando un contenedor se desplaza en la cadena de transporte de contenedores, puede estar:
- vacío (en cuyo caso lo más probable es que se lo esté reubicando para un nuevo viaje);
- cargado con un solo envío de un solo cargador [FCL]; o
- cargado con varios envíos, de distintos cargadores (contenedor de grupaje o carga parcial [LCL]).
En algunos casos, un contenedor de carga seca puede declararse «vacío» pero, debido a un error administrativo, encontrarse cargado. Además, los contenedores tanque pueden “vaciarse” pero seguir conteniendo una cantidad importante de residuos de los materiales transportados. Por lo tanto, si bien la mayoría de los movimientos de contenedores vacíos sólo tienen por objeto llevarlos de las áreas donde hay un exceso a las áreas donde se necesitan, existe el riesgo de que un pequeño porcentaje contenga “carga”.
Los contenedores que se “vacían” pueden llevarse a tres destinos diferentes:
- un almacén para contenedores vacíos, donde en nombre del propietario o el operador se garantiza que el contenedor esté limpio y sea seguro;
- un puerto o una terminal interior, para su ulterior envío a las localidades donde se necesiten, o
- un cliente, para cargarlo como LCL o FCL sin volver a llevarlo a un almacén o una terminal de contenedores
Cabe señalar, que no existe una sola “ruta estándar” para los contenedores en su movimiento a lo largo de la cadena de suministro internacional. Las interacciones entre las diversas partes que participan en la cadena de suministro, las situaciones geográficas concretas y las numerosas obligaciones comerciales y contractuales posibles que rigen el movimiento de los contenedores pueden dar lugar a muchas cadenas de transporte. En general, la red de nodos y vínculos que constituyen la cadena de suministro puede dividirse en cuatro etapas según su función principal:
- preparación del envío;
- consolidación de la carga (también llamada agrupación o agrupamiento de la carga);
- transporte (ya sea transporte local o de mayor distancia); y
- manipulación en el puerto.
Estas funciones no siguen necesariamente ese orden; por ejemplo: el transporte puede tener lugar en muchos puntos a lo largo de la red y la consolidación o agrupación de los envíos puede ocurrir durante el proceso de manipulación en el puerto.
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