La comunicación cubre muchas áreas, como la verbal y la no verbal.

Una de las formas más obvias y aparentes en las que las culturas difieren es en la forma en que hablamos.

Las culturas difieren en la franqueza de lo que dicen, cuán expresivos son y cuánta formalidad usan.

Aquí hay algunos ejemplos de cómo estas diferencias de comunicación pueden variar entre culturas.

¿Cuán directo eres cuando hablas?

  • Directo: EE. UU., Alemania, Australia, Finlandia y Holanda.
  • Menos directo: Francia, España, Arabia Saudita, Irlanda y el Reino Unido.
  • Indirectos: China, Japón, Malasia, Singapur, Venezuela e India.

¿Cuán emocional eres cuando hablas?

  • Mucho: Culturas Mediterráneas, Europa Latina y América Latina.
  • Un poco: Asia oriental y sudoriental, Europa nórdica y germánica.
  • En el medio: culturas como la de EE. UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Europa del Este y el sur de Asia generalmente muestran emociones en diferentes contextos y en diversos grados.

¿Cuán formal eres cuando hablas?

  • Más Formales: la mayor parte de Europa y Asia, América Latina, culturas mediterráneas y Mundo Árabe.
  • Más informal: Australia, EE. UU., Canadá, Nueva Zelanda, Dinamarca, Noruega e Islandia.

La cultura no es tan simple

Es importante recordar dos puntos:

1. No todas las personas de una cultura se ajustarán a un estereotipo particular. Solo hacemos generalizaciones sobre culturas basadas en rasgos, valores y comportamientos. Cada persona es un individuo y necesita ser tratado como tal. Las generalizaciones simplemente nos ayudan a comprender el clima cultural en el que podríamos estar trabajando.

2. La forma en que siempre comparamos otras culturas es con la nuestra. El inglés puede ser más informal que el japonés, pero aún puede considerarse más formal en comparación con los estadounidenses. Lo que importa es cuál es tu posición en relación con otras personas y cómo esto puede afectarte al trabajar con personas de otras culturas. Las diferencias culturales son relativas.

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