La etiqueta ecológica “ECOLABEL” de la Unión Europea básico para lograr captar al consumidor europeo
La etiqueta ecológica “ECOLABEL” de la Unión Europea (UE), que ayuda a colocar a la economía europea en un camino más eficiente en el uso de los recursos, promueve productos que tienen un bajo impacto ambiental durante todo su ciclo de vida, desde la extracción de materias primas hasta la fabricación y el envasado, el uso y, finalmente, la eliminación o el reciclaje para resaltar la sostenibilidad del producto.
Desarrollada por la Comisión Europea en 1992, la etiqueta ecológica de la UE es una directriz voluntaria clave dentro de la Política industrial sostenible (SCP/SIP) y de consumo y producción sostenibles de la Comisión Europea. Su principal objetivo es educar y orientar a los consumidores para que elijan productos respetuosos con el medio ambiente.
La etiqueta presenta una flor verde rodeada por 12 estrellas azules. Cerca de 70.000 productos llevan el logotipo de haber superado las rigurosas pruebas ecológicas.
¿Cuáles son los diferentes productos/industrias a las que se aplica?
Prácticamente todos los productos que se fabrican para su distribución, consumo o uso en el mercado de la UE son elegibles para la etiqueta ecológica de la UE.
Sin embargo, para que se considere su solicitud, debe ser un fabricante, importador, proveedor de servicios, mayorista o minorista que comercialice productos bajo su propia marca.
¿Cuál es el criterio y el proceso de solicitud?
El proceso de desarrollo de criterios para la etiqueta ecológica de la UE involucra a científicos, organizaciones no gubernamentales (ONG), representantes de los Estados miembros y partes interesadas de la industria.
Centrándose en la parte del proceso en la que el producto tiene el mayor impacto medioambiental, los criterios específicos de producto de la etiqueta ecológica de la UE garantizan que cualquier producto que lleve la flor de la UE haya superado las pruebas medioambientales más estrictas. Se examina el impacto del producto en el medio ambiente, la biodiversidad, el consumo de energía y recursos, la generación de residuos y las emisiones.
Por ejemplo, debido a su tamaño y alcance, la industria textil actual es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero en la Tierra. La fabricación de textiles tiene un gran impacto ambiental: utiliza grandes cantidades de agua y pesticidas para cultivar algodón, utiliza agua en la producción de fibras naturales, crea emisiones derivadas de la producción de fibras sintéticas y celulósicas y utiliza recursos no renovables para fibras sintéticas.
Esto significa que hay muchas oportunidades para abordar los problemas de desempeño ambiental dentro del ciclo de vida del producto textil, especialmente en el ciclo de fabricación. Los conceptos generales como estos también pueden aplicarse a otras industrias.
Otros productos, como la electrónica, tienen un impacto ambiental muy elevado durante su fase de uso y reciclaje, por lo que los criterios de estos productos se centran en la eficiencia de su consumo energético.
¿Cuáles son los beneficios?
Los consumidores de hoy en día son más sensibles al medio ambiente y al impacto que tiene sobre él, y quieren comprar productos más respetuosos con el medio ambiente, siempre que estén debidamente certificados por una organización independiente. Con el uso de la etiqueta ecológica de la UE, su producto se identifica como uno de los de mejor desempeño ambiental disponibles en el mercado.
En el nivel B2B, para cumplir con los requisitos de adquisición, los proveedores están aumentando las asociaciones con fabricantes ecológicos que trabajan de acuerdo con la Organización Internacional de Normalización (ISO). Su esquema ISO 14024 implica verificaciones de cumplimiento por parte de certificadores independientes y calificados, y la etiqueta ecológica de la UE puede ser una clave valiosa para desbloquear nuevas oportunidades comerciales.
Durante la fase de cumplimiento de criterios, la etiqueta ecológica de la UE puede ayudar a aumentar la rentabilidad y la reputación de la marca de su empresa al encontrar formas de optimizar sus productos y procesos de producción.
Es un buen negocio ser verde
Con la elección de productos con etiqueta ecológica, los consumidores tienen un impacto directo en la oferta y la demanda en el mercado, estimulando el desarrollo del mercado para productos ambientalmente responsables.
La etiqueta ecológica de la UE es una forma eficaz de empoderar a los compradores conscientes del medio ambiente para que elijan productos que sean más compatibles con sus objetivos ambientales personales.
Y, a medida que orienta al mercado hacia una mayor conciencia medioambiental, los productos con la etiqueta ecológica de la UE fomentan el compromiso empresarial con la mejora medioambiental continua.
Obtenga más información sobre la etiqueta ecológica de la UE aquí.
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