El daño por agua es un problema frecuente en en el transporte de mercancías y puede ocurrir de cuatro maneras principales durante el proceso
Cuando se trata de transportar carga, garantizar su seguridad y mantener su estado original es de suma importancia. Desafortunadamente, varios desafíos, incluido el daño por agua, pueden comprometer la condición de su carga aérea y marítima.
El daño por agua es un problema frecuente en la gestión de carga y puede ocurrir de cuatro maneras principales durante el proceso de transporte:
Condensación: Las fluctuaciones de temperatura durante el tránsito pueden provocar la formación de humedad dentro del embalaje de la carga o en la superficie del producto.
Humedad: los altos niveles de humedad pueden causar estragos en artículos como telas, productos de papel y productos electrónicos, que son especialmente sensibles a la humedad.
Fuga: el embalaje defectuoso o los espacios en los contenedores de envío pueden proporcionar un punto de entrada para el agua, lo que puede provocar daños.
Inundaciones: este es un caso extremo en el que la entrada de agua puede dañar gravemente el contenido de un contenedor.
Si su carga es víctima de daños por agua, puede volverla completamente inútil, lo que genera la necesidad de costosas reparaciones o reemplazos. Además, puede incurrir en gastos de envío adicionales para devolver los productos dañados a su punto de origen. Además, el daño por agua tiene el potencial de causar corrosión, promover el crecimiento de moho y dar como resultado otras formas de degradación.
Cómo proteger su carga aérea contra la humedad y los daños causados por el agua
Dados estos riesgos, es posible que se pregunte cómo proteger su carga contra la humedad y los daños causados por el agua. Estas son algunas de las mejores prácticas:
Elija empaques que sean impermeables y resistentes a la humedad: aunque la mayoría de los contenedores de envío ya son impermeables, es ventajoso agregar una capa adicional de protección. Optar por un embalaje de alta calidad que pueda regular la temperatura, absorber líquidos, evitar la condensación, ofrecer resistencia al fuego y proteger contra diversas condiciones climáticas mejorará la seguridad de su carga y mantendrá a raya la humedad.
Utilice desecantes: estas sustancias que absorben la humedad pueden proteger su carga aérea contra la oxidación, el deterioro del empaque, el deterioro, el crecimiento de moho, la deformación, la degradación química y el desprendimiento de etiquetas. Los paquetes desecantes están diseñados para proteger los productos en contenedores de carga y almacenes contra daños por agua.
Limite la exposición a la lluvia: Minimizar el tiempo que su carga pasa expuesta a la lluvia durante el tránsito puede ayudar a reducir el riesgo de daños por agua. Seleccione un método de transporte que proteja su carga de la precipitación tanto como sea posible.
Aproveche el transporte con clima controlado: si su carga es sensible a la humedad, el transporte con clima controlado puede ofrecer un entorno controlado que garantiza que su carga permanezca seca.
Proteger su carga de daños por agua no se trata solo de la seguridad del producto; también tiene implicaciones financieras y reputacionales. Al prevenir daños por agua, puede ahorrar costos significativos asociados con la reparación o el reemplazo de bienes dañados y evitar posibles aumentos en las tarifas de los seguros. Además, la entrega constante de carga en buen estado puede reforzar la reputación de su negocio y la lealtad del cliente.
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