Los bancos de todo el mundo son el alma de las finanzas empresariales; Podemos quejarnos de ellos, pero como empresarios, los necesitamos...
No hay duda de que los Bancos desempeñan un papel vital en la sociedad. A lo largo de los siglos, la financiación de actividades empresariales siempre ha sido crucial para generar actividad económica. Se atribuye en gran medida a la banca moderna su origen italiano, que se remonta al período del Renacimiento.
Italia era rica en ese momento, con poderosas ciudades-estado mercantiles como Florencia, Siena, Venecia y Génova que controlaban gran parte del comercio en Europa. Algunos escritores afirmaron que Italia fue prácticamente el banquero monopolista de Europa durante unos 600 años. No fue hasta que las naciones al norte de los Alpes lograron cultivar alimentos que la sede de las finanzas se desplazó hacia el norte, hacia Austria y Alemania. Necesitamos recordar que en aquellos días las economías se basaban en la agricultura; La revolución industrial tuvo lugar mucho más tarde.
La importancia de Italia en el entorno comercial actual puede verse, por ejemplo, en el uso de la letra de cambio, uno de los cuatro métodos tradicionales de pago que todavía se utilizan en el comercio internacional moderno.
El comercio temprano dependía de la inversión privada o de la asunción de riesgos por parte de personas ricas. Prestaron el dinero que tenían y esperaban recuperarlo. Si todo salió según lo planeado, obtuvieron un atractivo retorno de la inversión (ROI); de lo contrario, es posible que hayan perdido todo su capital.
Tal fue el caso cuando una familia adinerada prestó dinero a una realeza extranjera como parte de un fondo de guerra. Si el prestatario perdía la guerra, también perdía todos sus activos, lo que significa que no podía devolver el capital al prestamista. Por supuesto, en aquellos días no era inusual que el prestatario muriera en el conflicto.
No fue hasta que se estableció la banca pública que se establecieron nuevos principios. En el mundo occidental, estos principios se relacionaban particularmente con el cobro de intereses y la noción asociada de usura, es decir, la aplicación de una tasa de préstamo inapropiada. Como no es mi intención ofrecer un relato histórico detallado del desarrollo de la financiación del comercio, me detendré aquí en la historia, pero como alguien me dijo una vez: "La historia lo es todo", considero útil este pequeño contexto.
El papel de los Bancos en el Comercio Internacional
Ya he escrito varios artículos sobre diferentes métodos de pago, al igual que varios otros colegas, por lo que el material aquí no busca duplicar esa información. En cambio, quiero adoptar una perspectiva diferente sobre la banca.
Los bancos de todo el mundo son el alma de las finanzas empresariales; Podemos quejarnos de ellos, pero como empresarios, los necesitamos para proporcionar liquidez. El problema ha sido que algunos bancos no respetan las reglas y asumieron riesgos excesivos, especialmente durante la crisis financiera global de principios de la década de 2000, lo que resultó en quiebras que han tenido amplias ramificaciones.
Los bancos desempeñan un papel fundamental en el comercio internacional. Proporcionan a las empresas los servicios y el financiamiento que necesitan para llevar a cabo sus operaciones transfronterizas.
Las principales funciones de los bancos en el comercio internacional son:
Intermediación: Los bancos facilitan el flujo de pagos internacionales entre importadores y exportadores. Proporcionan a las empresas una variedad de instrumentos de pago, como cartas de crédito, pagarés y remesas.
Garantía: Los bancos ofrecen a las empresas garantías para protegerlas del riesgo de incumplimiento de los contratos comerciales. Estas garantías pueden ser utilizadas para asegurar el pago de las mercancías, el cumplimiento de los términos del contrato o la devolución de un depósito.
Financiación: Los bancos proporcionan a las empresas financiamiento para sus operaciones de comercio internacional. Este financiamiento puede utilizarse para cubrir los costos de producción, el almacenamiento, el transporte o el seguro de las mercancías.
El papel de los bancos en el comercio internacional es esencial para el funcionamiento de la economía global. Los bancos facilitan el comercio, reducen el riesgo y proporcionan a las empresas el financiamiento que necesitan para crecer y prosperar.
Específicamente, los bancos contribuyen al comercio internacional de las siguientes maneras:
Reducen los costos de transacción: Los bancos ofrecen a las empresas una variedad de instrumentos de pago que reducen los costos de transacción asociados al comercio internacional. Por ejemplo, las cartas de crédito permiten a los importadores pagar las mercancías solo después de que estas hayan sido entregadas y aceptadas. Esto reduce el riesgo del importador y, por lo tanto, los costos de las transacciones.
Amplían el acceso al mercado: Los bancos proporcionan a las empresas acceso a mercados internacionales que de otro modo no podrían alcanzar. Por ejemplo, los bancos pueden proporcionar a las empresas financiamiento para exportar sus productos a países con economías emergentes. Esto permite a las empresas expandir su negocio y llegar a nuevos clientes.
Promueven la innovación: Los bancos están constantemente desarrollando nuevos productos y servicios para apoyar el comercio internacional. Por ejemplo, los bancos están utilizando la tecnología blockchain para crear nuevas formas de realizar pagos internacionales. Esto puede facilitar y reducir los costos del comercio internacional.
En resumen, los Bancos desempeñan un papel fundamental en el comercio internacional. Su apoyo es esencial para que las empresas puedan llevar a cabo sus operaciones transfronterizas y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global.
En este sentido, es esencial la evaluación del Banco debe ser parte del proceso al realizar nuevos negocios y también parte de la revisión continua de las transacciones que deben ocurrir en una organización. A medida que el mundo del comercio cambia en respuesta a acontecimientos económicos, desastres naturales y decisiones humanas, también cambia el riesgo asociado a dichas transacciones.
El mensaje es simple, pero a menudo se ignora: investigue y esté preparado. Cuando se trata de dinero, no hay lugar para las emociones ni la complacencia.
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