
Gestionar un negocio es un desafío constante. Cada día trae nuevos retos, éxitos y aprendizajes que, combinados, construyen la esencia de una empresa. Sin embargo, aunque cada negocio es único, analizar lo que funcionó (y lo que no) para otras empresas exitosas puede ser clave para mantener tu organización en el camino correcto, aumentar su rentabilidad, lograr un crecimiento sostenido y conquistar la aprobación de tus clientes.
Recuerda: aprender de los errores no solo aplica a la vida personal, sino también a los negocios. A continuación, te presentamos los errores más comunes que cometen las empresas internacionales y cómo la financiación comercial pueden ayudarte a superarlos:
3 errores comunes que hacen fracasar a las empresas internacionales
1. Mala gestión del flujo de caja: la causa #1 de fracaso en las pymes
Un flujo de caja saludable es el motor de cualquier negocio. No solo es esencial para cubrir los gastos diarios, como nóminas y servicios, sino también para ejecutar planes ambiciosos, como expandirse a nuevos mercados. Sin embargo, varios factores pueden comprometer este flujo, dejando a las empresas con menos liquidez de la necesaria.
Un estudio de Jessie Hagen, excolaboradora del banco estadounidense US Bank, reveló que el 82% de las pequeñas y medianas empresas que fracasaron lo hicieron debido a una mala gestión del flujo de caja.
Crecimiento acelerado con poco capital
El crecimiento excesivamente rápido puede ser contraproducente. Aunque parezca paradójico, expandirse demasiado rápido puede agotar el efectivo de una empresa, llevándola al borde de la bancarrota.
Un ejemplo es el caso de la marca de helados Ample Hills, originaria de Brooklyn, Nueva York. Pasó de ser una pequeña heladería local a tener 17 sucursales en todo el país, acuerdos con Disney, presencia en supermercados y hasta la aprobación de Oprah Winfrey. Sin embargo, según The New York Times, decisiones como la elección de ubicaciones poco estratégicas y el cambio a un empaque cuadrado (más costoso) drenaron su flujo de caja y la llevaron al fracaso.
Términos de pago extensos sin la supervisión adecuada
Otro desafío común es el impacto de los términos de pago extendidos. Hoy en día, muchas transacciones comerciales funcionan bajo acuerdos de cuenta abierta, donde los compradores pagan sus facturas semanas o meses después de la emisión de la factura.
De hecho, los grandes compradores en EE. UU. tardan un promedio de 54.7 días en pagar sus facturas. Mientras tanto, las empresas deben cubrir costos operativos y pagar a sus proveedores de forma anticipada, generando un desajuste entre los pagos entrantes y salientes que puede comprometer el flujo de caja.
2. Expansión sin la demanda necesaria para sostenerla
El deseo de crecer, ya sea nacional o internacionalmente, es natural para cualquier empresa. Sin embargo, sin una demanda suficiente en el mercado objetivo, ese crecimiento puede convertirse en un costoso fracaso.
Según un artículo reciente de Forbes titulado “Small Business Statistics of 2024”, la falta de demanda en el mercado es la segunda causa más común del fracaso empresarial.
“Para que una pequeña empresa sea exitosa, no solo necesita suficiente capital para mantener sus operaciones, sino también asegurarse de que haya una demanda constante y en crecimiento para sus productos o servicios”, señala el artículo.
Por ello, antes de lanzar un nuevo producto o ingresar a un nuevo mercado, es fundamental realizar un análisis exhaustivo del mercado, entender a fondo las necesidades del público objetivo y detectar oportunidades reales.
3. No contar con protección de crédito
En los últimos años, varias grandes cadenas de retail, como Bed Bath & Beyond, Christmas Tree Shops y Lord & Taylor, han cerrado sus puertas. Si bien estos casos suelen sorprender, también demuestran que incluso grandes empresas pueden colapsar financieramente, dejando a sus proveedores sin pago o enfrentando demoras significativas.
Contar con protección de crédito es una medida indispensable para proteger tu negocio de estas situaciones. Este tipo de protección ayuda a mitigar el riesgo de impago y asegura que tu empresa reciba el pago acordado, incluso si tu cliente atraviesa dificultades financieras o declara bancarrota.
Cómo la financiación comercial puede ayudar a las empresas a mantenerse en el camino
La financiación comercial es una herramienta que puede ayudar a las empresas a gestionar mejor su flujo de caja, reducir el riesgo comercial y acelerar su crecimiento, entre otras cosas.
Si una empresa decide utilizar servicios de financiación comercial, así es como funciona:
- Un intermediario financiero comprará sus facturas pendientes y les proporcionará efectivo por adelantado a cambio. Esta suma puede equivaler hasta el 95% del monto de la factura.
- Al recibir este adelanto, una empresa puede pagar a sus propios proveedores a tiempo o incluso antes de lo previsto. Los minoristas y otros compradores pueden seguir disfrutando de plazos más largos para pagar sus facturas, ya que el intermediario financiero cubre la brecha de pago.
- Además, la financiación comercial incluye servicios de protección crediticia y cobro de facturas.
Esto significa que una empresa está garantizada de recibir el pago incluso en caso de insolvencia del comprador, ya que el intermediario financiero asume el riesgo en este caso y se asegura de que la empresa reciba su dinero.
Dado que dirigir una empresa requiere mucha atención en áreas como marketing, I+D y servicio al cliente, la gestión de cuentas por cobrar que viene con los paquetes de financiación comercial puede aliviar la carga de cobrar pagos de los clientes.
¡Reflexionemos!
Operar un negocio tiene sus desafíos, pero también ofrece muchas recompensas. Prestar atención a los errores que otras empresas han cometido puede proteger a una empresa de caer en el mismo patrón.
Para manejar mejor el flujo de caja, obtener una capa extra de seguridad y enfocarse en las actividades principales del negocio, una empresa puede considerar la financiación comercial como una solución que elimina obstáculos y allana el camino hacia el éxito.
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