Qué significa la Orden Ejecutiva 14212 "Make America Healthy Again" para los exportadores de alimentos

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america healthy again

El panorama de la industria alimentaria en los Estados Unidos ha sufrido una transformación sísmica en los últimos meses. Si bien las tendencias hacia lo saludable se venían gestando desde hace una década, el 13 de febrero de 2025 quedará marcado en el calendario como el punto de inflexión definitivo. Ese día, la Casa Blanca emitió la Orden Ejecutiva 14212, estableciendo la comisión presidencial "Make America Healthy Again".

Este año 2025, les propongo abrir una conversación de este crucial momento para los exportadores, a traés de una serie de artículos que toquen los diferentes matices que involucra esta enorme oportunidad de negocio.

Para el exportador latinoamericano, esto ya no es solo una cuestión de preferencias del consumidor; se ha convertido en una prioridad de estado. Entender este nuevo marco regulatorio y cultural es vital para cualquier empresa que pretenda mantener o ganar cuota en el mercado más grande del mundo.

La Era "Make America Healthy Again"

El mandato: "Pensamiento fresco" y reducción de enfermedades

La Orden Ejecutiva 14212 no es retórica vacía. El mandato explícito es redirigir el enfoque nacional hacia "comprender y reducir drásticamente las tasas de enfermedades crónicas y acabar con las enfermedades crónicas infantiles". La directiva exige "pensamiento fresco sobre nutrición, calidad y seguridad alimentaria".

Esto se alinea con iniciativas federales previas como la Estrategia Nacional sobre Hambre, Nutrición y Salud, y el movimiento "Food is Medicine" (La comida es medicina) del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). El mensaje para la industria es claro: el gobierno de EE. UU. está buscando activamente intervenciones dietéticas preventivas para frenar una crisis de salud pública insostenible.

El motor del cambio: Una crisis de salud de 1.1 billones de dólares

¿Por qué ahora? Las estadísticas actuales pintan un cuadro alarmante que ha forzado la mano del gobierno. Entre 2021 y 2023, aproximadamente el 40.3% de los adultos estadounidenses vivían con obesidad, y un 9.4% adicional sufría de obesidad severa. Estas condiciones están intrínsecamente ligadas a enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, generando una carga económica estimada en 1.1 billones de dólares anuales si sumamos los costos médicos directos y la pérdida de productividad.

Para el exportador, este dato es crucial: el mercado estadounidense está desesperado por soluciones. Los productos que contribuyan a mitigar estos riesgos no solo serán bienvenidos, sino que serán incentivados. Por el contrario, los productos altos en azúcares añadidos (cuyo promedio de consumo actual es de 17 cucharaditas diarias en adultos ) enfrentarán un escrutinio cada vez mayor.

La oportunidad de mercado: 60 mil millones en juego

Lejos de ser un escenario restrictivo, este nuevo entorno regulatorio ha catalizado una oportunidad comercial masiva. El mercado de snacks saludables en EE. UU., valorado en 32.64 mil millones de dólares en 2024, se proyecta que alcance los 60.80 mil millones para 2034.

Estamos hablando de una Tasa de Crecimiento Anual Compuesta (CAGR) del 6.42%, una cifra que supera significativamente el crecimiento económico general. Este crecimiento no es una tendencia pasajera; es un cambio estructural en el comportamiento de compra. Los consumidores no solo buscan etiquetas "salubres"; buscan atributos específicos: bajos en azúcar, libres de gluten, orgánicos e ingredientes funcionales.

El nuevo perfil del consumidor: Transparencia radical

La Orden Ejecutiva y la discusión pública sobre la salud han educado a un consumidor más exigente. El 83% de los consumidores estadounidenses revisa consistentemente las etiquetas de los alimentos, y tres cuartas partes examinan tanto la lista de ingredientes como los perfiles nutricionales.

Sin embargo, existe una brecha de confianza: el 57% de los compradores encuentra difícil acceder a información fiable sobre el origen de los ingredientes. Aquí es donde el exportador tiene su mayor oportunidad y su mayor desafío. Ya no basta con poner "Natural" en el empaque. Se requiere una transparencia verificable.

Implicaciones estratégicas para el exportador

Para las PYMEs y exportadores que miran hacia el norte, la Orden Ejecutiva 14212 dicta tres imperativos estratégicos para este 2025:
  • Reformulación obligatoria: El mercado exige productos con alta densidad nutricional. El uso de ingredientes funcionales y sostenibles (como harinas de semillas recicladas o proteínas alternativas) ya no es un nicho, es el estándar esperado para competir en la categoría "Better-for-You".
  • Validación científica: Con el gobierno enfocándose en la calidad y seguridad alimentaria, los exportadores deben respaldar sus afirmaciones de salud con datos sólidos. La "ciencia nutricional" debe ser parte del desarrollo del producto.
  • Comunicación clara: Dado que los consumidores están dispuestos a pagar más por ingredientes integrales o menos procesados, pero exigen una justificación clara de ese valor, la estrategia de marketing debe centrarse en la educación y la transparencia.

Adaptarse o quedar fuera

La era de "Make America Healthy Again" ha elevado la barra de entrada al mercado estadounidense. Las barreras ya no son solo arancelarias o logísticas; son nutricionales y éticas. Sin embargo, para aquellos dispuestos a innovar, a reformular y a alinearse con estos nuevos objetivos de salud pública, la recompensa es el acceso a un mercado en expansión de 60 mil millones de dólares.

El exportador exitoso del 2025 no solo venderá alimentos; venderá soluciones de salud preventiva. La pregunta es: ¿está su producto listo para pasar el escrutinio de esta nueva era?
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