El comercio mundial sigue reconfigurándose y, en gran medida, los cambios geopolíticos son la razón principal. Estados Unidos ha seguido reduciendo su dependencia comercial de China, favoreciendo a países de ASEN y Latinoamérica. En muchos casos, estos países actúan como intermediarios en los flujos comerciales entre China y EE.UU.
Por otro lado, las economías europeas han disminuido su comercio con Rusia, aumentando su colaboración con socios como Estados Unidos. En China, los mercados emergentes representan ahora la mayoría de sus importaciones y exportaciones. Regiones como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), Brasil e India están fortaleciendo sus lazos comerciales en diversas direcciones geopolíticas.
Una transformación en curso
Conceptos como friendshoring, nearshoring, decoupling y derisking han ganado protagonismo en los debates sobre comercio global. El Instituto Global McKinsey ha estado monitoreando estos cambios y, según los datos de 2024, la reconfiguración del comercio global sigue en marcha, aunque su ritmo y naturaleza varían según la economía.
Los datos analizados incluyen a ASEAN, Brasil, China, Alemania, India, el Reino Unido y Estados Unidos, evidenciando que las alianzas comerciales se alinean cada vez más con la proximidad geopolítica.
La Interdependencia Comercial sigue siendo clave
El comercio sigue siendo el vínculo fundamental entre las economías. Cada región del mundo depende de las importaciones para cubrir al menos el 25% de su consumo en ciertos sectores clave, desde minerales hasta bienes manufacturados y servicios. Incluso los exportadores netos de algunos bienes siguen dependiendo de insumos críticos del extranjero.
Por ejemplo, aunque Estados Unidos es un exportador neto de minerales no combustibles, sigue importando metales raros esenciales. La lista de Minerales Críticos de EE.UU. incluye 50 minerales, y para 30 de ellos, el 75% del consumo anual depende de importaciones.
Diversidad en las Relaciones Comerciales
Aunque todos los países comercian, cada uno tiene una huella comercial distinta. Para analizar la evolución de la geometría del comercio global, se han establecido cuatro indicadores clave:
- Intensidad comercial: cuánto comercia una economía en relación con su tamaño.
- Distancia geográfica: la proximidad física entre socios comerciales.
- Distancia geopolítica: un índice que mide la alineación política y económica entre países.
- Concentración de importaciones: cuán diversificada o dependiente es una economía de ciertos proveedores.
El comercio global sigue evolucionando y estas dinámicas influirán en las decisiones empresariales y gubernamentales en los próximos años. La comprensión de estas tendencias ayudará a los líderes a navegar en un panorama comercial en constante cambio.
¿Tu empresa está preparada para los cambios en el comercio global? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
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