los aranceles

Mientras las cumbres multilaterales y los tratados de libre comercio prometen un mundo más interconectado, la realidad ética del comercio internacional se sostiene, en gran medida, sobre un instrumento antiguo pero vigente: los aranceles. A pesar de las tendencias globales hacia la liberalización, los países en desarrollo continúan enfrentando aranceles más altos, limitando su acceso a los mercados mundiales y condicionando sus perspectivas de crecimiento.

Los aranceles cumplen varias funciones: protegen industrias locales incipientes, generan ingresos gubernamentales esenciales, e influyen en la dinámica de acceso a mercados globales. Sin embargo, también pueden frenar la competitividad y obstaculizar la transformación económica de quienes más necesitan insertarse en las cadenas globales de valor.

Aranceles y su impacto en las economías en desarrollo

Para las economías en desarrollo, los aranceles no solo representan una herramienta de política comercial; son también un pilar fiscal. En muchos casos, entre el 10% y el 30% de los ingresos gubernamentales provienen de impuestos al comercio internacional, superando el 30% en algunos países.

Además de su función recaudatoria, los aranceles permiten proteger sectores sensibles como la agricultura, los textiles y la manufactura ligera. No obstante, estos mismos aranceles son un arma de doble filo: altos aranceles en bienes importados elevan los costos para las empresas y consumidores locales, limitando el crecimiento económico y reduciendo la competitividad.

Un problema recurrente es la escalada arancelaria: cuanto más procesado está un producto, mayor suele ser el arancel. Esta práctica desalienta a los países en desarrollo a exportar bienes de mayor valor agregado, perpetuando su dependencia de materias primas.

Aranceles en sectores clave: Agricultura, Manufactura y Materias Primas

Agricultura: Las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo enfrentan algunos de los*aranceles más altos del comercio internacional, con un promedio cercano al 20% bajo el tratamiento de Nación Más Favorecida (NMF). Aunque los acuerdos regionales ofrecen acceso preferencial, las barreras siguen siendo significativas, especialmente en productos sensibles como lácteos, carnes y azúcares.

Manufactura: La industria manufacturera ha experimentado una ligera reducción de aranceles (±1 punto porcentual entre 2012 y 2023), pero sectores como los textiles y el vestuario siguen enfrentando altos aranceles, con tasas promedio del 6%. Esto limita el potencial de industrialización de los países en desarrollo.

Materias primas: En contraste, materias primas como combustibles y minerales enfrentan aranceles mucho más bajos (±3.5%), dada su importancia para las cadenas de suministro globales. El comercio de recursos naturales está, en su mayor parte, libre de aranceles.

Aranceles por región: Desigualdades persistentes

El paisaje global muestra claras diferencias regionales en la aplicación de aranceles:
  • África: importa con un promedio arancelario cercano al 8% y enfrenta exportaciones con aranceles elevados, a pesar de los acuerdos preferenciales.
  • Asia del Sur: enfrenta algunos de los aranceles más altos tanto en importaciones como en exportaciones.
  • Latinoamérica: aunque sus aranceles de importación son menores que en otras regiones en desarrollo, sus exportaciones todavía se enfrentan a aranceles promedio de cerca del 4%.
  • Asia Oriental: gracias a su integración económica regional, mantiene aranceles de importación y exportación relativamente bajos.
  • Economías desarrolladas: aplican los aranceles promedio más bajos (por debajo del 2%), y ofrecen acceso preferencial a varios países en desarrollo.

El comercio sur-sur y los aranceles internos

Los acuerdos regionales han impulsado el comercio intrarregional entre países en desarrollo, pero los aranceles internos siguen siendo una barrera. Por ejemplo, el comercio entre América Latina y Asia del Sur enfrenta aranceles de hasta el 15%. Aunque los tratados regionales ayudan, los flujos entre regiones siguen castigados por altos aranceles, afectando la competitividad global de los exportadores del Sur.

Liberalización arancelaria: avances y limitaciones

Aunque dos tercios del comercio internacional ocurre sin aranceles, gracias a reducciones bajo NMF o acuerdos preferenciales, persisten barreras importantes:
  • En manufactura, aproximadamente el 30% del comercio mundial sigue sujeto a aranceles promedio del 10%.
  • En agricultura, la liberalización depende en gran medida de concesiones preferenciales; fuera de esos esquemas, el arancel promedio ronda el 20%.
  • En recursos naturales, más del 80% del comercio está libre de aranceles.

La liberalización ha sido desigual entre sectores, reforzando la necesidad de enfoques políticos adaptados a las realidades sectoriales.

Aranceles pico: barreras ocultas

El promedio de aranceles puede ocultar aranceles pico: aranceles excepcionalmente altos aplicados a productos sensibles. Sectores como la alimentación, la ropa y el cuero sufren particularmente este fenómeno.
  • Cerca del 8% del comercio mundial de alimentos y vestimenta está sujeto a aranceles superiores al 15%.
  • En el caso de textiles y ropa, hasta un 25% de las líneas arancelarias a nivel de 6 dígitos superan el 15%.

Estos aranceles pico dificultan especialmente la participación de los países en desarrollo en sectores de mayor valor agregado.

La escalada arancelaria y el obstáculo al valor agregado

La escalada arancelaria impacta más en la manufactura que en la agricultura. Los insumos primarios pagan menos aranceles que los bienes procesados, castigando la producción de valor agregado.
  • La situación es más aguda en sectores como vestimenta, productos animales y manufacturas ligeras.
  • Las excepciones son limitadas: en petróleo y textiles, a veces los insumos enfrentan aranceles más altos que los productos terminados.

Para los países en desarrollo, superar la escalada arancelaria es esencial para industrializarse y diversificar sus economías.

Aranceles consolidados: estabilidad a medias

Los aranceles consolidados bajo la Organización Mundial del Comercio (OMC) imponen límites máximos a los aranceles que un país puede aplicar. Esto brinda predictibilidad, pero también revela la existencia de "agua arancelaria": el margen entre el arancel aplicado y el arancel máximo permitido.
  • En economías avanzadas, gran parte del comercio está gobernado por acuerdos preferenciales, limitando la flexibilidad para subir aranceles.
  • En los países en desarrollo, la brecha es pequeña, dejando poco espacio para ajustes de política comercial.

La consolidación arancelaria ha reducido el riesgo de medidas proteccionistas abruptas, pero también restringe herramientas de política para los países con necesidades de desarrollo.

Perspectivas de crecimiento y retos futuros

El comercio mundial creció un 3.7% en 2024, impulsado principalmente por los servicios (9%), mientras que el comercio de bienes solo creció un 2%. Aunque el momentum positivo se mantiene en 2025, existen nubarrones en el horizonte:
  • Tensiones geopolíticas crecientes.
  • Políticas proteccionistas emergentes.
  • Posibles ralentizaciones económicas, reflejadas en índices de transporte como el SCFI y el BDI.

La incertidumbre y la fragmentación geoeconómica podrían alterar los flujos de comercio global, afectando particularmente a los países en desarrollo más vulnerables a cambios en aranceles y acceso a mercados.

A medida que el entorno comercial internacional se vuelve más complejo, la comprensión del rol de los aranceles en el comercio internacional será crucial para diseñar estrategias que permitan a los países en desarrollo superar barreras, diversificar sus economías y competir eficazmente en un mercado global cada vez más desafiante.

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