Entender el peso facturable es imprescindible en la logística de carga aérea. Aunque este modo de envío resulta más costoso que otras alternativas, su rapidez, seguridad y confiabilidad lo han convertido es un modo escencial para diferentes cadenas de suministro globales.
En un contexto donde la disrupción logística es cada vez más común, comprender los mecanismos que determinan los costos del transporte aéreo, y en particular el peso facturable, se vuelve no solo deseable, sino fundamental para calcular tarifas y optimizar envíos.
¿Qué es el peso facturable en logística aérea?
El peso facturable es la métrica que usan los transportistas aéreos para calcular el valor del flete. A diferencia del peso real del paquete, el peso facturable toma en cuenta también su volumen. En otras palabras, es el mayor valor entre el peso bruto (real) y el peso volumétrico. Es este valor el que aparece en la factura y sobre el que se calcula el coste del envío.
¿Por qué se hace esta comparación? Porque en el transporte aéreo el espacio y el peso son recursos igualmente críticos. Un paquete ligero pero voluminoso puede ocupar más espacio que uno denso y pequeño. Por tanto, cobrar solo por peso real generaría ineficiencias y pérdidas de capacidad.
¿Cómo se calcula el peso volumétrico?
El peso volumétrico (también llamado peso dimensional) se obtiene a través de una fórmula estandarizada, recomendada por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Esta fórmula convierte las dimensiones del paquete en una unidad de peso (kilogramos o libras), permitiendo comparar espacio y masa de forma homogénea.
Fórmula estándar en sistema métrico:
Peso volumétrico (kg) = (Largo × Ancho × Alto) ÷ 6000
Donde las dimensiones se expresan en centímetros.
La constante 6000 es el divisor estándar recomendado por IATA y representa una media entre densidad y volumen. No obstante, no todos los transportistas la aplican.
Ejemplo práctico
Supongamos que tienes un paquete que pesa 50 kg y mide 100 cm x 60 cm x 30 cm.
Cálculo del peso volumétrico:(100 × 60 × 30) ÷ 6000 = 30 kg
En este caso, como el peso real (50 kg) es mayor que el peso volumétrico (30 kg), el peso facturable será de 50 kg.
Ahora bien, si ese mismo paquete pesara 20 kg, el peso facturable sería 30 kg, porque el volumen ocupa más espacio relativo en el avión.
Fórmula en sistema imperial:
Peso volumétrico (lbs) = (Largo × Ancho × Alto) ÷ 366
Esta fórmula se usa en países como EE. UU., donde se emplea el sistema anglosajón. Aunque los números cambian, el principio es idéntico: se factura según el valor más alto entre peso real y volumen convertido.
¿Todos los transportistas usan la misma fórmula?
Aunque la IATA promueve un divisor estándar de 6000, no todos los operadores lo utilizan. Algunos aplican un divisor de 5000, lo que aumenta el peso volumétrico y, por ende, el coste para cargas voluminosas. Las empresas de mensajería exprés también tienen sus propios métodos, especialmente para paquetes pequeños, y algunas aerolíneas adaptan sus cálculos según la ruta, el tipo de aeronave o acuerdos específicos por sector.
Por tanto, antes de realizar un envío, conviene verificar qué fórmula emplea tu operador. Esto evita sorpresas desagradables y permite presupuestar de manera más precisa.
¿Por qué es importante calcular correctamente el peso facturable?
Saber cómo se calcula el peso facturable y cómo te afecta puede mejorar significativamente la eficiencia logística y financiera de tu negocio. A continuación, se presentan algunos beneficios clave:
Optimización del espacio de carga
El cálculo evita que se subutilice o se sobrecargue el avión. Así, se asegura un uso racional del espacio disponible, reduciendo desperdicios y mejorando la eficiencia operativa de las aerolíneas.
Precio justo para ambas partes
Cargar por peso volumétrico permite que los transportistas cobren de forma equitativa por el espacio que realmente ocupa la carga, no solo por su masa. Esto genera un sistema de precios más justo y sostenible.
Mayor transparencia en costos logísticos
Al aplicar una fórmula estandarizada, las empresas pueden prever con precisión cuánto costará enviar un producto por vía aérea, evitando sorpresas en la factura.
Menor riesgo de errores humanos
Usar herramientas digitales (básculas electrónicas, escáneres de dimensiones, software de cálculo automático) minimiza la probabilidad de errores manuales al declarar el peso de los paquetes.
Reducción de tiempos de procesamiento
La automatización de la medición y comparación de pesos acelera el check-in de la carga en los almacenes y reduce demoras en los despachos.
Mayor eficiencia en cadenas de suministro globales
En un entorno donde los costos logísticos pueden representar una gran proporción del gasto operativo, calcular correctamente el peso facturable permite hacer envíos más rentables, especialmente en mercados con alto volumen o alta rotación.
¿Cómo reducir tus costos de carga aérea?
Saber cómo se calcula el peso facturable es solo el primer paso. A continuación, te compartimos varias estrategias prácticas para reducir los costos y mejorar tu rentabilidad.
1. Optimiza el embalaje
- Evita cajas excesivamente grandes o con mucho espacio vacío.
- Usa embalaje a medida o materiales compresibles para reducir el volumen total.
- Incluye instrucciones a tus proveedores sobre dimensiones máximas y pesos ideales.
2. Consolida envíos
- Agrupa varios productos o pedidos en una sola unidad de carga para aprovechar al máximo el espacio.
- La consolidación reduce los costos operativos y permite negociar mejores tarifas por volumen.
3. Revisa el divisor del transportista
- Pregunta a tu proveedor qué divisor usa (6000, 5000 u otro).
- Asegúrate de que el divisor aplicado sea el estándar para evitar cargos inflados innecesarios.
4. Utiliza herramientas tecnológicas
- Hay calculadoras online de peso volumétrico gratuitas y software logístico especializado que compara automáticamente los dos valores.
- Algunos operadores integran esta funcionalidad en sus portales de reserva.
5. Negocia con tu operador logístico
- Si haces envíos frecuentes o voluminosos, puedes acordar condiciones específicas o descuentos.
- Algunos operadores ofrecen tarifas planas o esquemas híbridos para clientes corporativos.
6. Evalúa alternativas al transporte aéreo cuando sea viable
- Para productos no perecederos o menos urgentes, explora otras opciones como el transporte marítimo o multimodal.
- Reservar espacio con antelación también reduce costos.
La carga aérea en cifras
Según IATA, la carga aérea representa menos del 1% del comercio mundial en volumen, pero más del 35% en valor. Esto se debe a que bienes de alto valor, como electrónica, farmacéutica o piezas automotrices, requieren entregas rápidas y seguras. En ese contexto, el peso facturable se convierte en un factor crítico para rentabilizar cada operación.
Publicar un comentario