en ferias

Participar en ferias internacionales es mucho más que asistir a un evento. Es una oportunidad para proyectar la imagen de la empresa ante un público global, fortalecer su reputación y abrir nuevos canales de negocio. En este contexto, dos elementos resultan decisivos: el personal que representa a la empresa y el stand ferial, que constituye su carta de presentación.

El éxito o el fracaso de la participación dependen, en gran medida, de las decisiones tomadas en estas dos áreas. Un equipo mal seleccionado o un stand mal diseñado pueden restar impacto, diluir los objetivos comerciales y dejar una impresión equivocada en los visitantes. Por ello, la preparación debe ser rigurosa, estratégica y orientada a resultados concretos.

El personal que representa a la empresa en ferias internacionales

Seleccionar al personal adecuado

El personal que representará a la empresa en una feria internacional será la primera impresión que recibirán los visitantes. Su desempeño puede marcar la diferencia entre concretar una oportunidad de negocio o perderla. La selección, por tanto, no puede improvisarse ni basarse únicamente en disponibilidad o jerarquía interna.

1. Competencias lingüísticas

El idioma es la herramienta principal para conectar con el público. Los representantes deben hablar el idioma del país anfitrión o, al menos, un idioma internacional como el inglés, que facilite la comunicación con clientes potenciales. Si la empresa no cuenta con personal con esas habilidades, lo más recomendable es contratar intérpretes profesionales, especialmente en ferias con alto flujo de visitantes internacionales.

2. Conocimiento del producto y del mercado

Los representantes deben dominar todos los aspectos relacionados con los productos o servicios que se ofrecen: características técnicas, procesos productivos, certificaciones, estándares de calidad, condiciones de exportación y regulaciones del país de destino. Este conocimiento técnico les permitirá responder con seguridad y credibilidad ante las consultas del público.

Además, deben comprender los objetivos de la empresa en la feria: si se busca posicionamiento, distribución, validación de producto o incremento de ventas. La claridad en los objetivos permite orientar la comunicación hacia resultados concretos.

3. Capacidad de negociación

No basta con informar; los representantes deben tener potestad para negociar en nombre de la empresa. Esto implica conocer márgenes de precios, condiciones de entrega, políticas de crédito y estrategias de promoción. Las decisiones rápidas y seguras son un valor añadido en eventos donde el tiempo y la atención del visitante son limitados.

4. Actitud profesional y empatía

La personalidad de los representantes influye directamente en la percepción del visitante. Personas extrovertidas, empáticas y proactivas generan un ambiente positivo que invita al diálogo. Deben saber atraer y retener la atención sin presionar, mantener una actitud cordial incluso en momentos de alta demanda y proyectar confianza en cada interacción.

5. Experiencia previa en ferias internacionales

La experiencia es un factor clave. Los representantes con participación anterior en ferias entienden la dinámica del evento, saben cómo captar leads, organizar reuniones y adaptarse al ritmo intenso de las jornadas. Si no se cuenta con personal experimentado, se recomienda ofrecer capacitación específica antes del evento.

6. Cantidad de representantes

Lo ideal es que cada empresa participe con al menos **dos personas**. Esto permite una cobertura más eficiente: mientras una atiende el stand, la otra puede recorrer la feria, identificar oportunidades, observar competidores y recopilar información de mercado. Esta estrategia también asegura continuidad en la atención durante los descansos o reuniones simultáneas.

Capacitación de los representantes antes de la feria

La preparación del equipo no termina con la selección. Los representantes deben llegar a la feria con una comprensión profunda del mercado, la competencia y los mecanismos de negociación. Este conocimiento se obtiene a través de capacitación previa y trabajo de investigación.

1. Investigación del mercado de destino

Antes del viaje, es fundamental recopilar información sobre:
  • Estructura del mercado local.
  • Principales competidores y productos sustitutos.
  • Canales de distribución y prácticas comerciales.
  • Normas y regulaciones vigentes.
  • Preferencias del consumidor.
  • Métodos de pago y financiamiento utilizados.

En caso de no poder obtener esta información desde el país de origen, se recomienda llegar al destino un par de días antes de la feria para realizar visitas a puntos de venta y distribuidores.

2. Simulación de escenarios de negociación

Los representantes deben estar preparados para responder preguntas comerciales complejas, tales como:
  • ¿Cuáles son los objetivos de la empresa en este mercado?
  • ¿Qué ventajas diferencian su producto?
  • ¿Cómo manejan los envíos internacionales?
  • ¿Qué precios manejan (EXW, FOB, CIF)?
  • ¿Qué condiciones de crédito ofrecen?
  • ¿Tienen experiencia exportadora previa?

Ensayar estas respuestas mejora la confianza del equipo y acelera los procesos de negociación durante la feria.

3. Conocimiento del manual de la feria

Cada evento tiene normas específicas sobre instalación, horarios, seguridad, degustaciones y distribución de material promocional. Leer el manual con atención evita incumplimientos y garantiza una participación profesional.

Un equipo preparado, informado y motivado transmite confianza.


El stand ferial

Contratación del espacio y diseño del stand

El stand es el punto focal de toda la estrategia. Su diseño y ubicación condicionan la visibilidad y el flujo de visitantes. Por ello, la contratación del espacio debe realizarse con antelación.

1. Elección y reserva del espacio

La ubicación es determinante. Los espacios en esquinas, zonas centrales o cerca de los accesos principales suelen tener mayor visibilidad. Se recomienda reservar con seis meses de anticipación para ferias pequeñas y con un año para eventos internacionales de gran envergadura. Además, muchas ferias ofrecen descuentos por reservas tempranas.

2. Diseño funcional y atractivo

Aunque la mayoría de las ferias ofrecen un diseño básico de stand, invertir en una estructura personalizada puede generar un impacto visual superior. El diseño debe reflejar la identidad de la empresa, resaltar los productos y facilitar el recorrido de los visitantes. Un buen stand combina estética, orden y comunicación.

Aspectos a considerar:
  • Priorizar un espacio limpio y abierto que invite a ingresar.
  • Evitar mobiliario excesivo que obstaculice el tránsito.
  • Asegurar una iluminación adecuada que resalte los productos.
  • Incorporar gráficos y logotipos visibles desde la distancia.
  • Traducir los textos al idioma local o al inglés.
  • Destinar un área privada para reuniones comerciales.
  • Incluir un pequeño almacén para muestras o materiales promocionales.

Un stand bien diseñado transmite profesionalismo y confianza, dos cualidades decisivas para atraer compradores potenciales.

Presentación visual y apoyo gráfico

En ferias internacionales, donde la competencia visual es intensa, la presentación del stand debe destacar sin saturar. El objetivo es captar la atención de manera inmediata, pero también comunicar la esencia de la marca.

El uso de imágenes de alta calidad, pantallas con videos institucionales, muestras bien presentadas y una disposición armoniosa genera una experiencia positiva. La coherencia entre el mensaje visual y verbal refuerza la credibilidad de la empresa.

Atención al visitante

La atención dentro del stand debe planificarse. Cada visitante es una oportunidad y merece una experiencia profesional. Los representantes deben:
  • Saludar con amabilidad y mostrar disposición inmediata.
  • Identificar el perfil del visitante (cliente, distribuidor, competidor, prensa).
  • Registrar datos de contacto en formularios o dispositivos digitales.
  • Entregar material promocional personalizado.
  • Cerrar la conversación con un compromiso concreto: envío de información, propuesta o reunión posterior.

Esta interacción debe combinar cortesía con eficacia comercial. Las ferias son entornos dinámicos donde el tiempo de atención es limitado, por lo que cada contacto debe gestionarse con precisión.

Un stand bien diseñado y funcional atrae miradas, genera interés y facilita las conversaciones comerciales.

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