La exportación de aceite de oliva extra virgen de España alcanzó entre enero y setiembre de 2025 un valor total de US$ 2.758 millones, según datos aduaneros. La cifra confirma a España como el principal proveedor global, aunque el desempeño del período estuvo marcado por una contracción interanual del −18,11 % en valor, en un contexto de fuerte ajuste de precios internacionales tras los máximos observados en 2024.
Este retroceso en valor no refleja una pérdida estructural de mercados. Por el contrario, el comercio exterior español mostró un elevado dinamismo en volumen, con un peso neto exportado cercano a los 578 millones de kilogramos, lo que revela que la corrección se explica principalmente por precios más bajos y no por una caída de la demanda internacional.
(El reporte se trabajo en base a la p.a. 1509.20)
Un ajuste de valor explicado por precios y no por demanda
La evolución de la exportación de aceite de oliva extra virgen de España en 2025 debe analizarse desde la combinación de tres variables: volumen, precio y diversificación de destinos. Mientras el valor total se redujo frente al año anterior, el volumen exportado se mantuvo elevado, confirmando que el producto continúa siendo esencial para los mercados importadores.
El precio medio por kilogramo mostró una moderación clara respecto a 2024, año excepcionalmente alto por restricciones de oferta y tensiones climáticas en el Mediterráneo. En 2025, una mayor disponibilidad relativa permitió normalizar precios, impactando directamente en el valor CIF total, pero sosteniendo los flujos comerciales.
Este patrón es relevante para las empresas exportadoras, ya que indica que el aceite español mantiene competitividad y presencia global incluso en escenarios de corrección de precios.
Principales mercados de destino del aceite de oliva extra virgen español
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| Elaboración: Propia | Fuente: Aduanas |
Italia y Estados Unidos concentran la demanda
Italia volvió a posicionarse como el principal destino del aceite de oliva extra virgen español, con importaciones superiores a US$ 867 millones, concentrando una parte sustancial del total exportado. La relación entre ambos países responde tanto a integración industrial como a reexportaciones y consumo interno.
Estados Unidos se mantuvo como el segundo gran mercado, con compras por encima de US$ 407 millones, consolidando su rol estratégico fuera del ámbito europeo. A pesar del ajuste general de precios, el mercado estadounidense sostuvo un volumen relevante, impulsado por el consumo doméstico y el posicionamiento del aceite de oliva en segmentos de mayor valor añadido.
Francia y Portugal completaron el grupo de destinos tradicionales con flujos superiores al umbral de US$ 100 millones, confirmando la fortaleza de mercado europeo en la estructura exportadora española.
Mercados donde crecieron los envíos en 2025
Más allá de los destinos históricos, la exportación de aceite de oliva extra virgen de España mostró señales positivas en mercados donde los envíos crecieron en términos interanuales y superaron el millón de dólares en valor.
Australia destacó como uno de los mercados con mejor comportamiento, con un incremento sostenido tanto en volumen como en participación. Este avance responde a una mayor penetración del aceite de oliva en el consumo cotidiano y a la preferencia por proveedores consolidados frente a la volatilidad de otros orígenes.
También se observaron aumentos relevantes en países de Asia y América Latina, entre ellos Japón, Corea del Sur y Colombia, donde el aceite de oliva español continúa ganando espacio en segmentos urbanos y de ingresos medios. En estos mercados, el crecimiento se apoyó más en volumen que en precio, alineado con la tendencia global de 2025.
Este desempeño refuerza la estrategia de diversificación geográfica, clave para amortiguar ciclos de precios y reducir la dependencia de pocos destinos.
Distribución regional y diversificación de destinos
Desde una perspectiva regional, Europa siguió concentrando la mayor parte de las exportaciones, aunque su peso relativo se estabilizó. América del Norte mantuvo su relevancia estratégica, mientras que Asia-Pacífico mostró el mayor potencial de expansión a mediano plazo.
La presencia creciente en mercados como Australia y varios países asiáticos refleja un cambio estructural: el aceite de oliva extra virgen deja de ser un producto de nicho y se integra progresivamente en patrones de consumo más amplios. Para España, este proceso resulta clave para sostener volúmenes elevados aun cuando los precios internacionales se normalizan.
En América Latina, el avance fue más gradual, pero consistente, con países que superaron el millón de dólares en importaciones y mostraron tasas positivas en volumen, señal de una demanda en formación.
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