
Los Tratados de Libre Comercio (TLC) normalmente se redactan en forma de tratados vinculantes. Esto requiere que deben cumplir con ciertos estándares tanto en relación con el contenido como con el estilo. Muchos de estos estándares varían de un país a otro, pero otros siguen normas internacionales acordadas. El principal instrumento que codifica estas normas es la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
¿Qué es un tratado?
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados lo define así: “tratado” significa un acuerdo internacional celebrado entre Estados en forma escrita y regido por el derecho internacional, ya sea incorporado en un solo instrumento o en dos o más instrumentos relacionados y cualquiera que sea su denominación particular.
Preparación de un TLC
Una agencia gubernamental tendrá la responsabilidad de administrar el tratado. El texto del tratado debe ser lo suficientemente claro para permitir una buena toma de decisiones, y también lo suficientemente flexible para permitir hacer frente a situaciones inesperadas en el espíritu del tratado.
Por lo tanto, la persona seleccionada por un país para mantener el borrador del texto legal del acuerdo debe hacer un esfuerzo por familiarizarse con los requisitos del tratado de su país y buscar el asesoramiento de la agencia gubernamental encargada de los asuntos del tratado para garantizar que el acuerdo cumpla con los requisitos y normas nacionales e internacionales.
A la mayoría de los negociadores se les da uno o dos años para completar su tratado. Tales limitaciones de tiempo significan que el equipo negociador debe intentar anticipar tareas y problemas tanto como sea posible para garantizar que los problemas de procedimiento al menos no se conviertan en un obstáculo innecesario al final.
Ahora ha llegado el día en que el texto del tratado ha sido cuidadosamente examinado por las diversas agencias responsables de su implementación, y están satisfechos de que el texto del tratado refleja los objetivos y entendimientos de los negociadores y que el texto en sí es libre de errores. Entonces puede ponerse en marcha el proceso de puesta en vigor del tratado.
Procesos internos para la aprobación de un TLC
Todas los países tienen un proceso formal establecido para poner en vigor un tratado. Esto generalmente involucra al menos el escrutinio por parte del Gabinete y un comité parlamentario y, a veces, la aprobación de leyes habilitantes por parte del Parlamento. Los componentes precisos de este proceso, y la documentación requerida para ello, por supuesto varían según país. Lo que estos procesos tienen en común es que requieren tiempo.
Además del proceso formal, en todo país suele haber un proceso informal en el que participan todas las partes para garantizar que todas las partes del tratadi propuesto reflejen un entendimiento común y que se hayan eliminado todos los errores. Esto a menudo se denomina "depuración legal".
Tanto los procesos formales como los informales requieren tiempo, y los negociadores deben permitirlos cuando prevén que el tratado debe entrar en vigor en una fecha determinada.
Poner en vigor el TLC
La entrada en vigor del tratado generalmente se realiza a través de un intercambio de notas diplomáticas (también conocidas como notas verbales o notas de tercera persona) en las que las partes se notifican mutuamente que han completado todas las formalidades internas para que el tratado entre en vigor.
Una vez que se ha producido el canje de las notas, el acuerdo entra en vigor en la fecha acordada.
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