Como parte de nuestra continua colaboración con Un Mundo Inmenso, nos complace presentar la vigésima primera publicación de esta serie conjunta, titulada: “¿Qué países pasaron del tercer al primer mundo?”.
¿Qué países pasaron de en vías de desarrollo a desarrollados?
En las últimas décadas, el mundo ha sido testigo de un fenómeno sorprendente: mientras algunos países se estancaron o incluso retrocedieron en términos económicos, otros lograron un crecimiento extraordinario. Estos últimos pasaron de ser naciones en vías de desarrollo a estar entre los países desarrollados, con niveles de vida comparables o incluso superiores a los de las economías tradicionales de Europa y Norteamérica.
Estados Unidos, Francia o Reino Unido siempre han estado en la lista de países avanzados. Sin embargo, resulta aún más llamativo observar cómo naciones que, hasta hace poco, tenían un bajo nivel de ingreso per cápita, hoy compiten con las potencias mundiales.
En este artículo analizaremos los casos más emblemáticos: China, Corea del Sur, Singapur, Omán, Botswana y Guinea Ecuatorial. También veremos qué factores hicieron posible su transformación, qué países no lograron avanzar y cuáles podrían ser los próximos en dar el salto.
El punto de partida: de economías atrasadas a motores de crecimiento
Para dimensionar este cambio, podemos tomar como referencia el año 1950. En aquel entonces, gran parte de Asia, África y América Latina estaba rezagada frente a Europa y Norteamérica. La mayoría eran países en vías de desarrollo, con un ingreso per cápita muy por debajo del promedio mundial.
Lo sorprendente es que, en algunos casos, la riqueza se multiplicó en apenas medio siglo. Y lo más interesante: salvo Singapur, todos los países que hoy consideramos “milagros económicos” comenzaron con ingresos incluso inferiores al promedio del África subsahariana.
Los países que lograron convertirse en desarrollados
1. China: la revolución económica más grande de la historia
En términos absolutos, China es el caso más impresionante. Desde las reformas impulsadas por Deng Xiaoping en 1978, el país adoptó un modelo de “socialismo de mercado” con zonas económicas especiales y apertura gradual al comercio exterior.
Los resultados son contundentes: en 45 años, más de 800 millones de personas salieron de la pobreza, las exportaciones se multiplicaron y China pasó a disputar el liderazgo económico global con Estados Unidos.
El secreto estuvo en combinar:
- Apertura comercial y exportaciones como motor de crecimiento.
- Inversión en infraestructura (carreteras, puertos, energía).
- Educación y capacitación técnica de la fuerza laboral.
Hoy, gran parte de la población disfruta de ingresos y acceso a bienes y servicios similares a los de los países desarrollados.
2. Corea del Sur: de agrícola a potencia tecnológica
Si hay un caso que simboliza el paso de en vías de desarrollo a país desarrollado, ese es Corea del Sur.
En 1960, el país tenía un ingreso per cápita inferior al de muchas naciones africanas. Hoy, la renta promedio supera a la de Francia o Reino Unido. ¿Cómo lo logró?
- Educación universal y de calidad, creando una fuerza laboral altamente capacitada.
- Promoción de sectores estratégicos como electrónica, semiconductores y automotriz.
- Fuerte orientación a la exportación, apoyada en conglomerados industriales (Samsung, Hyundai, LG).
- Apoyo de Estados Unidos en la apertura de mercados y financiamiento durante la Guerra Fría.
El resultado: una economía innovadora, con altos estándares de vida y parte del selecto grupo de países desarrollados.
3. Singapur: el milagro de la ciudad-Estado
En 1965, al independizarse de Malasia, Singapur enfrentaba altas tasas de desempleo y carecía de recursos naturales. Hoy es uno de los centros financieros y logísticos más importantes del mundo.
Claves de su éxito:
- Ubicación estratégica en el Estrecho de Malaca, aprovechada para convertir su puerto en un hub global.
- Políticas fiscales atractivas, con bajos impuestos que atrajeron inversión extranjera.
- Diversificación económica: de la manufactura inicial al sector tecnológico y de servicios financieros.
- Alta inversión en educación y vivienda social, generando cohesión social.
Gracias a este modelo, pasó de ser un país en vías de desarrollo a estar entre los más avanzados del planeta.
4. Omán: petróleo como motor de despegue
A partir de la década de 1960, Omán aprovechó el petróleo para financiar grandes proyectos de infraestructura y modernización. Aunque la dependencia de este recurso es un riesgo, el país logró mejorar significativamente la calidad de vida de su población.
Actualmente busca diversificar hacia el turismo, la logística y las energías renovables, con el fin de mantener su estatus de economía avanzada.
5. Guinea Ecuatorial: riqueza petrolera sin desarrollo inclusivo
El caso de Guinea Ecuatorial es más controversial. El descubrimiento de petróleo en los años 90 generó un crecimiento económico acelerado, pero gran parte de los beneficios quedaron concentrados en una élite política y empresarial.
Aunque el PIB per cápita creció de forma espectacular, los indicadores sociales muestran que no ha logrado consolidarse como un verdadero país desarrollado.
6. Botswana: gestión responsable de los recursos naturales
A diferencia de Guinea Ecuatorial, Botswana utilizó sus recursos (diamantes) con mayor responsabilidad. Desde 1980, adoptó políticas fiscales prudentes, invirtió en salud y educación y logró una estabilidad política poco común en África.
Esto permitió que su población se beneficiara de manera más equitativa, acercando al país a los estándares de los desarrollados, aunque la desigualdad aún es un reto.
Países que retrocedieron
No todos los casos fueron de éxito. Ocho países tienen hoy un PIB per cápita inferior al de 1950: República Democrática del Congo, Madagascar, Haití, Siria, Venezuela, Mozambique, República Centroafricana y Liberia.
Las causas incluyen guerras civiles, corrupción, dependencia excesiva de recursos naturales y crisis políticas prolongadas.
Tendencias globales: más países desarrollados que nunca
El panorama general, sin embargo, es positivo. En 1950, solo dos países tenían ingresos per cápita superiores a 30.000 dólares anuales (Kuwait y Catar). Hoy, más de 40 países superan esa cifra, incluyendo casos tan diversos como Australia, Estonia, Chile y la República Checa.
Además, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) muestra un progreso notable: en 1990 solo 17 países tenían un nivel “muy alto”, hoy son 74, incluyendo varias economías latinoamericanas como Chile, Argentina, Uruguay, Panamá y Costa Rica.
Factores comunes en el salto hacia el desarrollo
De los países que pasaron de estar en vías de desarrollo a ser considerados países desarrollados, se repiten ciertos patrones:
- Apertura al comercio internacional → Exportaciones como motor de crecimiento.
- Inversión en capital humano → Educación y formación técnica.
- Gobiernos relativamente estables → Capacidad de aplicar políticas de largo plazo.
- Infraestructura moderna → Puertos, carreteras, energía.
- Diversificación económica → No depender de un solo recurso natural.
El reto para el futuro es claro: identificar qué naciones emergentes podrán dar el próximo “milagro económico” y unirse al grupo de países desarrollados.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué significa que un país esté en vías de desarrollo?
Un país en vías de desarrollo es aquel que aún no alcanza los niveles de ingreso, infraestructura y bienestar social de los países desarrollados. Suelen tener economías en crecimiento, pero con desigualdades y retos estructurales.
¿Cuáles son ejemplos de países que pasaron de en vías de desarrollo a desarrollados?
Algunos de los casos más destacados son Corea del Sur, Singapur y China. También se mencionan Botswana y Omán, aunque estos aún enfrentan retos para consolidarse.
¿Qué factores ayudan a que un país logre desarrollarse?
Los factores clave son: educación de calidad, apertura al comercio internacional, estabilidad política, diversificación económica e inversión en infraestructura.
¿Por qué algunos países con recursos naturales no lograron desarrollarse?
Porque la riqueza no siempre se gestiona de manera adecuada. Si los recursos quedan concentrados en una élite y no se invierte en salud, educación e infraestructura, el crecimiento económico no se traduce en desarrollo real, como ocurrió en Guinea Ecuatorial o Venezuela.
¿Qué países latinoamericanos se acercan a ser desarrollados?
En América Latina, países como Chile, Uruguay, Panamá y Costa Rica muestran indicadores de desarrollo humano altos y son considerados casos positivos en la región.
Publicar un comentario