Para lograr ventas, y con mayor razón, ventas al exterior, la primera impresión es determinante. Cuando una empresa busca expandir su presencia en mercados internacionales, la presentación visual y conceptual de su propuesta adquiere un valor estratégico. En este contexto, el folleto de la empresa se convierte en una herramienta esencial para comunicar profesionalismo, confianza y diferenciación.
El folleto es más que un simple documento impreso o digital: es la primera etapa del programa de promoción de una compañía. Sirve como carta de presentación frente a potenciales socios, compradores o distribuidores, especialmente cuando la empresa participa en ferias o misiones comerciales. Su función principal es transmitir de manera clara y atractiva quién es la empresa, qué ofrece y por qué su oferta es relevante en el contexto global.
La elaboración del folleto de la empresa paso a paso
1. Definir el propósito del folleto: un objetivo claro antes de diseñar
Antes de encargar el diseño o la impresión del folleto, es fundamental tener clara su finalidad. Pregúntese:
- ¿Desea conseguir órdenes de compra inmediatas?
- ¿Quiere presentar su compañía o sus productos a nuevos clientes internacionales?
- ¿Busca que el folleto sirva como recordatorio después de una feria o misión comercial?
Cada objetivo implicará una estructura y un tono diferentes. Un folleto orientado a la venta debe resaltar beneficios concretos y llamados a la acción (“contáctenos”, “solicite una cotización”), mientras que uno institucional pondrá el énfasis en la historia, misión y valores de la empresa.
Definir el propósito ayuda a evitar la dispersión de mensajes y permite que cada elemento —texto, imagen y diseño— contribuya de manera coherente al resultado final.
2. Identificar el público objetivo y el mercado meta
Todo folleto efectivo se construye pensando en quién lo va a leer. Una empresa que busca introducirse en un nuevo mercado debe conocer las características culturales, visuales y lingüísticas de sus potenciales clientes. No es lo mismo diseñar un folleto para compradores en América Latina que para distribuidores en Europa o Asia.
Preguntas clave que el equipo de marketing debe resolver antes de iniciar el diseño:
- ¿A qué segmento o nicho va dirigido el folleto?
- ¿Qué nivel de conocimiento tiene el lector sobre el producto o servicio?
- ¿Qué tipo de información técnica o visual valora más?
Cuando una empresa se prepara para participar en ferias o misiones comerciales, adaptar el folleto a la audiencia objetivo puede marcar la diferencia entre captar la atención de un cliente o pasar desapercibido.
3. Definir la información esencial: menos es más
Uno de los errores más frecuentes al elaborar un folleto es querer incluir toda la información disponible. El resultado suele ser un material sobrecargado y difícil de leer. El principio fundamental es seleccionar solo la información más relevante, la que realmente aporte valor y ayude al lector a comprender la propuesta de la empresa.
Los elementos básicos que debe contener un folleto empresarial son:
- Descripción de los productos o servicios que ofrece la empresa, con datos claros y visualmente organizados.
- Beneficios diferenciales: explicar por qué la oferta es única frente a la competencia.
- Mercado meta y clientes actuales, demostrando experiencia y posicionamiento.
- Pruebas de capacidad: número de clientes satisfechos, principales destinos de exportación, testimonios o referencias.
- Datos de contacto claros: correo electrónico, teléfono, sitio web y redes sociales.
El objetivo no es informar todo, sino despertar interés. Un folleto bien elaborado debe motivar al lector a querer saber más sobre la empresa.
4. Asignar a una persona responsable del proyecto
La elaboración del folleto no debe ser una tarea improvisada ni delegada sin control. Se recomienda nombrar a un responsable dentro del equipo que supervise todas las etapas del proceso: desde la recopilación de información hasta la revisión final del diseño y la impresión.
Esta persona deberá coordinar con diseñadores gráficos, proveedores de impresión o agencias externas, asegurando que las decisiones estén alineadas con la estrategia de comunicación de la empresa. Además, será quien mantenga la coherencia del mensaje con la identidad corporativa y los objetivos de promoción internacional.
5. Buscar apoyo profesional en diseño y comunicación
Aunque es posible elaborar un folleto internamente, la experiencia demuestra que trabajar con profesionales en diseño gráfico y comunicación corporativa eleva significativamente la calidad del resultado final. Un diseñador con experiencia sabrá cómo combinar colores, tipografías, imágenes y espacios en blanco para lograr un equilibrio visual que facilite la lectura y proyecte credibilidad.
El proceso ideal incluye:
- Seleccionar dos o tres estudios o agencia para solicitar propuestas.
- Reunirse con ellos para explicar los objetivos de la empresa, el público meta y el presupuesto disponible.
- Solicitar muestras o portafolios de trabajos previos relacionados con folletos empresariales.
El resultado debe ser un material atractivo, informativo y acorde con la imagen que la empresa desea proyectar ante clientes nacionales e internacionales.
6. Diseño visual: coherencia, legibilidad y atractivo
El diseño es el componente que transforma la información en una herramienta de persuasión. Algunos principios esenciales:
Uso del color y la identidad visual
Los colores deben reflejar la identidad de la marca. Si la empresa ya cuenta con un manual de identidad corporativa, el folleto debe respetarlo. La coherencia visual entre el folleto, el sitio web y otros materiales (como catálogos o presentaciones) refuerza la recordación de marca.
Tipografía y jerarquía visual
La tipografía debe ser fácil de leer, incluso en tamaños pequeños. Se recomienda combinar un tipo de letra para títulos y otro para textos largos, asegurando contraste y legibilidad.
Imágenes de calidad
Evite fotografías genéricas o de baja resolución. Las imágenes deben representar productos reales o procesos propios de la empresa. Si se presentan personas, deben proyectar profesionalismo y diversidad cultural, especialmente si el folleto está destinado a mercados internacionales.
Distribución del contenido
Organice la información en bloques visuales: títulos, subtítulos, párrafos breves y listas con viñetas. Un buen diseño guía al lector por el contenido de manera fluida y ordenada.
7. Contenido textual: claridad, precisión y enfoque comercial
El texto de un folleto debe combinar información y persuasión. No se trata solo de describir productos, sino de comunicar beneficios y generar confianza.
Recomendaciones para el contenido escrito:
- Evite tecnicismos innecesarios o frases vacías.
- Use un lenguaje directo, en tono profesional pero cercano.
- Destaque los logros, reconocimientos o certificaciones de la empresa.
- Incorpore un breve mensaje institucional que exprese la misión o visión de la organización.
Un aspecto clave es mantener coherencia lingüística con la estrategia de marca y el mercado objetivo. Si la empresa busca internacionalizarse, puede considerar versiones bilingües del folleto (por ejemplo, español e inglés), adaptadas culturalmente a los lectores de cada región.
8. Integrar el folleto en la estrategia de promoción internacional
El folleto no debe considerarse un elemento aislado. Su eficacia aumenta cuando forma parte de una estrategia de promoción integral, especialmente en procesos de internacionalización.
Por ejemplo:
- Antes de participar en ferias o misiones comerciales, la empresa puede enviar versiones digitales del folleto a potenciales clientes para generar interés previo.
- Durante el evento, el folleto impreso actúa como soporte visual durante las conversaciones y reuniones.
- Después del evento, el folleto sirve como recordatorio y refuerzo de marca cuando el comprador revisa la información de los proveedores contactados.
Asimismo, el folleto puede integrarse en campañas digitales, insertarse como descarga en la página web o enviarse junto con correos de prospección comercial.
9. Actualización periódica del folleto
Los mercados cambian y las empresas evolucionan. Por ello, es recomendable actualizar el folleto cada 12 a 18 meses, o antes si hay modificaciones relevantes en la línea de productos, precios o mercados de destino.
Un folleto desactualizado puede transmitir una imagen de descuido. Mantenerlo al día demuestra profesionalismo y compromiso con la calidad.
10. Evaluar resultados y retroalimentar el proceso
Una vez distribuido el folleto, la empresa debe evaluar su impacto. Algunas métricas útiles son:
- Cantidad de consultas o cotizaciones recibidas tras eventos o ferias.
- Opiniones de los representantes comerciales o distribuidores.
- Comentarios de clientes potenciales sobre claridad, diseño o información.
Esta retroalimentación permitirá mejorar futuras versiones del folleto y ajustar el mensaje según las necesidades del mercado.

