
Exportar es una posibilidad que está abierta a todas las empresas, hasta las pequeñas empresas. Aunque, la exportación puede resultar un duro proceso de aprendizaje que requiere altas dosis de voluntad, flexibilidad y paciencia, no tenga miedo a este proceso, no estamos solo existen instituciones y consultores muy preparados a los cuales podemos acudir, aún más en nuestros inicios cuando no contamos con experiencia en el terreno internacional. Dicho esto, como primera recomendación ¡déjese ayudar! Viajar acompañado es mucho más agradable, más seguro y a su vez más efectivo.
En segundo lugar, antes de iniciar con el proceso asegúrese de que cuenta con los recursos (personal, económicos y financieros) necesarios para enfrentar este proceso. Asimismo, asegurarse que todos los miembros de la organización, desde el directivo hasta los operarios, están comprometidos con esta nueva etapa que es la exportación.
En tercer lugar, nuestro producto que ofrece, mejor dicho ¿Qué ofrecemos como empresa? ¿Nuestro producto está adaptado (normas, gustos y preferencias, etc.) al mercado local? ¿Estamos en condiciones de ofrecer más valor que nuestros competidores, ya sea vendiendo un producto con más beneficios (enfoque en la diferenciación) o con un precio menor (liderazgo en costos)? Si no tenemos claro esto, es seguro que nuestro negocio no será sostenible y estará condenado de antemano al fracaso.
En cuarto lugar, a la hora de seleccionar su mercado sea coherente. Este debe encajar con nuestros recursos y característica de nuestros productos (aunque siempre se deberá adaptar algún elemento del producto). Lanzarse a grandes mercados sin tener la experiencia y recursos necesarios es jugar a la ruleta rusa. Se puede tener éxito pero también morir en el intento.
Hasta este punto ya debemos tener claro ¿Qué recursos y talento tengo disponibles para iniciar en la exportación? ¿Qué ventaja competitiva pretendemos explotar? ¿En qué mercados debemos entrar? Con esto ya estamos casi preparados para empezar con el proceso de exportación, pero déjame darle una última recomendación: es bueno establecer una guía, es decir tener un plan de acción o de exportación que nos permita identificar claramente nuestro punto de partida, nuestra posición actual y deseable, los pasos que debemos ir dando, las medidas que debemos controlar, los riesgos que debemos vigilar, y sobre todo nos permita ir evaluando el grado de avance, la obtención de resultados, el aprendizaje del camino, y poner los correcciones necesarias cuando nos extraviemos, cuando la realidad nos sorprenda, cuando el camino no sea del todo claro.
Si estás interesado en iniciarte en la exportación o ampliar tus actividades en nuevos mercados, puedes contactarme a través del siguiente formulario online conmigo. También puedes comunicarte escribiéndome a martinmondragon@outlook.com con asunto asesoría de exportación.
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