La carta de crédito es un compromiso escrito contraído por el banco del importador de pagar cierta suma al vendedor en un plazo fijo y contra entrega de determinados documentos
La carta de crédito es el medio de pago mediante el cual el banco del importador a solicitud de este (comprador u ordenante) se compromete a pagar a un exportador una cantidad determinada, siempre y cuando se cumplan todos los términos y condiciones estipulados en la carta de crédito.
La carta de crédito, por tanto, es un compromiso escrito, contraído por el banco por orden del comprador, de pagar cierta suma al vendedor en un plazo fijo y contra entrega de determinados documentos, que justifiquen el envío de una mercancía determinada. Una vez fijadas las modalidades del contrato incorporadas en una carta de crédito, el banco emisor y los demás bancos que intervienen solo responden a lo que está literalmente expresado en el documento, sin que puedan proponérseles derechos o excepciones derivados del contrato fundamental que dio origen a la emisión.
En cuanto a la operatividad, en primera instancia, el importador se aproxima a su banco (banco emisor) y hace una solicitud para emitir una carta de crédito (la carta de crédito se emite desde el país del importador). En dicha solicitud se incluyen datos como el Incoterms a utilizar, medio de transporte, el tipo de mercancía, la cantidad, el monto a pagar, fechas, entre otros. Esta solicitud debe coincidir con la información que figura en el contrato.
El banco emisor envía, por medio del Swift, esta solicitud al banco del exportador. Cuando este banco la recibe, notifica al exportador, quien debe dar su visto bueno; en ese momento, se da por abierta la carta de crédito. El exportador hace el envío de la mercancía, según fecha indicada en la solicitud, y presenta los documentos a su banco. El banco corresponsal revisa los documentos (solo cuando es también banco confirmador) en este caso y paga al exportador si todos los documentos son correctos. Si lo anterior no sucede, el banco únicamente recibe los documentos y los envía al banco emisor, por lo que recibe el nombre de banco avisador.
Cuando el banco emisor recibe los documentos, siempre los revisa contra lo estipulado en la carta de crédito. Si todas las condiciones se cumplieron conforme a la solicitud, este entrega los documentos al importador y cobra el monto consignado.
En la carta de crédito, importan solamente los documentos exigidos, y para nada se toma en cuenta la mercancía en sí. Un ejemplo extremo: el banco pagará al exportador si este presenta los documentos que están especificados por el importador, quien asume la responsabilidad del reembolso aunque la mercancía recibida no sea de su agrado.
Por último, el servicio de cartas de crédito que ofrecen los bancos a nivel mundial genera comisiones por el manejo de las operaciones tanto en el banco del comprador como del vendedor, por lo que ambas partes deben conocer las tarifas que aplican los bancos con los que trabajan y así reflejarlo en la operación que estén manejando. En la práctica internacional normalmente las comisiones bancarias las absorben tanto comprador como vendedor en sus respectivos países; sin embargo, este es un punto de negociación entre las partes.
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