La Navidad es una época en la que hay muchas importaciones y exportaciones de bienes. Es un momento en el que el tráfico por tierra, mar y aire aumenta y se intensifica debido al elevado número de compras y a la demanda exponencial de productos almacenados en stock. Las empresas exportadoras y empresas importadoras están trabajando a pleno rendimiento para que sus clientes puedan culminar con éxito sus ventas en centros comerciales, tiendas físicas y tiendas ecommerce.

Las empresas tienen sus horarios, pero siempre hay pedidos de última hora, escasez de stock u otras circunstancias externas que pueden retrasar los envíos. Siempre es importante que la empresa de logística tenga experiencia en el sector y no cree problemas a la hora de exportar o importar nuestra mercancía.

Las fiestas navideñas no sólo se celebran el 25 de diciembre, sino varias semanas antes y después. Es por ello que los consumidores realizan un gran volumen de compras desde finales de noviembre hasta mediados de enero. Son prácticamente tres meses en los que las empresas tienen que planificar sus exportaciones e importaciones.

¿Qué demos preveer en estas fechas?

Seguro que la temporada navideña puede volverse una locura en el mundo de las importaciones y exportaciones, ¿verdad? Pero tranquilo, estoy aquí con algunos consejos prácticos para que las cosas fluyan sin complicaciones.

Primero, planificación anticipada. Entre más tiempo tengas para organizar, menos sorpresas desagradables encontrarás en el camino. Lidiar con retrasos en puertos y aduanas es bastante común, así que mejor estar preparados.

La comunicación clara y constante es clave. Habla con todos: proveedores, transportistas, agentes aduanales. La información clara evita malentendidos y acelera la resolución de problemas.

Conoce las regulaciones aduaneras al dedillo. Las políticas pueden cambiar, así que mantente al tanto para evitar dolores de cabeza en la aduana.

¿GPS y tecnología de rastreo? ¡Claro que sí! El rastreo en tiempo real es como tener un superpoder. Te ayuda a identificar problemas antes de que se salgan de control.

Hablemos de embalaje eficiente. No es solo por proteger tus productos, sino también por facilitar todo el proceso logístico. Etiqueta y empaqueta todo como se debe.

Anticípate a problemas con planes de contingencia. Rutas alternativas, proveedores de respaldo, ten todo listo para cualquier imprevisto.

Un personal bien capacitado es como oro. Que todos estén al tanto de lo que deben hacer durante la temporada navideña garantiza un flujo más suave.

Mantén inventarios en equilibrio. No querrás quedarte sin stock, pero tampoco llenar tus almacenes en exceso.

Trabaja con socios logísticos de confianza. La confianza mutua facilita la resolución de problemas y agiliza todo el proceso.

Una vez que todo haya pasado, tómate un tiempo para una revisión posterior. ¿Qué funcionó? ¿Qué no? Aprende de la experiencia para mejorar en el futuro.

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