Como parte de nuestra continua colaboración con Un Mundo Inmenso, nos complace presentar la décima publicación de este proyecto conjunto: "Vélez de la Gomera, el segmento fronterizo más corto del mundo". En esta entrega, seguimos explorando esos rincones del planeta que, aunque diminutos en extensión, están cargados de simbolismo histórico, tensiones diplomáticas y fascinación geográfica.
Acompáñanos en este nuevo recorrido por uno de los enclaves más singulares del mapa: un peñón rocoso que, pese a su tamaño insignificante, encierra siglos de disputas, movimientos sísmicos, soldados y líneas en la arena que separan continentes, culturas y relatos nacionales.
Vélez de la Gomera, el segmento fronterizo más corto del mundo
Una línea de 85 metros que marca siglos de historia y tensión diplomática entre España y Marruecos
Las fronteras, a menudo, son cicatrices visibles del pasado: líneas dibujadas en mapas tras guerras, colonizaciones o acuerdos que pocas veces respetan la lógica geográfica. Algunas recorren miles de kilómetros de desiertos, montañas o selvas. Otras, sin embargo, son tan breves que pueden recorrerse en lo que tarda una conversación trivial. La frontera más corta del mundo, de apenas 85 metros, se encuentra en un enclave tan pequeño como simbólicamente complejo: Vélez de la Gomera, un peñón español en la costa norte de Marruecos.
Del océano a la playa: una frontera que surgió por accidente
Durante siglos, Vélez de la Gomera fue una isla militarizada, propiedad de la corona española desde el siglo XVI. Situada frente a la localidad marroquí de Bades, esta masa rocosa de apenas 19.000 metros cuadrados (el equivalente a dos campos de fútbol), no tenía conexión terrestre con el continente africano. Todo cambió en 1930.
Un terremoto con epicentro en Fez generó un movimiento tectónico que desplazó enormes cantidades de arena. El resultado: el istmo que hoy une el peñón con Marruecos. Así nació una frontera terrestre de 85 metros, invisible para quien pasea por la playa, pero absolutamente real desde el punto de vista del derecho internacional.
En ese momento, y de forma completamente natural, emergió una de las fronteras más insólitas del planeta, sin garitas, sin aduanas, sin barreras físicas. Solo una soga azul clavada en la arena recuerda que dos Estados se encuentran, casi sin quererlo, frente a frente.
Geopolítica en miniatura: soldados, símbolos y soberanía
Pese a su tamaño reducido, el peñón no está vacío. España mantiene un destacamento militar permanente, compuesto por una docena de soldados que rotan desde la península. Llegan por vía marítima y permanecen durante breves períodos, encargados de vigilar la soberanía española del enclave.
Del lado marroquí, se encuentra la playa de Bades, de acceso complicado por carretera. Aunque no hay control fronterizo, el cruce desde Marruecos está formalmente prohibido. Sin embargo, en la práctica, no hay medidas de control más allá de la presencia simbólica de la cuerda que marca el límite.
Durante décadas, el valor estratégico del lugar ha sido cuestionado. Algunos informes militares del siglo XIX proponían incluso abandonar o volar la roca, dada su escasa relevancia defensiva y nulo interés económico. Pero su abandono nunca se concretó. En la geopolítica del Mediterráneo occidental, incluso una roca puede ser un símbolo de soberanía irrenunciable.
Una red de enclaves: los otros territorios españoles en África
Vélez de la Gomera no es un caso aislado. Es parte de una red de territorios españoles en el norte de África que incluyen las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como varios islotes y archipiélagos dispersos a lo largo de la costa marroquí.
Las islas Alhucemas
Ubicadas a unos 40 kilómetros al este del peñón, las Islas Alhucemas comprenden tres unidades: **Isla de Tierra,Isla de Mar y el Peñón de Alhucemas, este último habitado por tropas españolas. Aunque pequeñas, tienen una importancia simbólica como puestos avanzados en el control del Mediterráneo occidental.
Las islas Chafarinas
Más cerca de la frontera argelina se encuentran las Islas Chafarinas: Congreso, Rey Francisco e Isabel II. Solo esta última tiene presencia humana. En 2021, la instalación de una piscifactoría marroquí sin autorización española generó un conflicto diplomático, avivando el debate sobre la soberanía de aguas territoriales.
Isla Perejil
Si hubo un momento en que las tensiones latentes entre España y Marruecos se convirtieron en titulares globales, fue en 2002. Un grupo de soldados marroquíes ocupó la isla Perejil, una roca deshabitada de 500 metros de largo, pero con un valor simbólico incalculable.
España respondió con una operación militar que desalojó a los ocupantes y reinstauró el statu quo. Desde entonces, Perejil permanece deshabitada, sin banderas, sin instalaciones y con la soberanía congelada en el limbo diplomático. Ambos países la consideran propia, pero ninguno ejerce control efectivo.
La sombra del "Gran Marruecos"
Los incidentes como el de Perejil, las Chafarinas o Vélez de la Gomera no son aislados. Están enmarcados en una narrativa más amplia: la del "Gran Marruecos", un concepto promovido por ciertos sectores nacionalistas que reclaman territorios hoy bajo administración española.
Según esta visión, Ceuta, Melilla, las islas y peñones, e incluso el Sáhara Occidental, deberían formar parte de Marruecos. Para España, en cambio, estos enclaves tienen una continuidad histórica y jurídica que justifica su pertenencia al Estado español desde antes de la existencia del Marruecos moderno.
En conclusión... Velez de la Gomera: Una frontera sin muro, pero no sin historia
A diferencia de otras fronteras militarizadas, como el muro entre Estados Unidos y México, o los puestos fortificados en Corea, la frontera de Vélez de la Gomera no tiene alambradas ni garitas. Pero su historia es una suma de guerras, terremotos y disputas diplomáticas.
La cuerda azul que atraviesa la playa es un símbolo modesto, casi ingenuo, de una presencia estatal que se mantiene más por convicción histórica que por cálculo estratégico. Y, sin embargo, ahí está: un fragmento de Europa enclavado en África, un punto diminuto en el mapa que guarda siglos de conflictos, tratados y silencios.
Como ocurre con muchas fronteras, su importancia no está en lo que separa, sino en lo que representa.
Publicar un comentario