el mercado europeo

En momentos en los que el escenario mundial está lleno de incertidumbres por la aplicación de aranceles en los Estados Unidos de América, el crecimiento de muchas empresas latinoamericanas se pone a prueba y su habilidad para adaptarse resulta clave.

La internacionalización como vía de expansión siempre ha sido útil para reducir dependencias y caídas súbitas en la demanda de productos. Pero en tiempos de cambio dar el paso para exportar implica mucha preparación.

A nivel porcentual, los principales socios de la región son EE.UU. y China, con sólidas cifras de transacciones comerciales, mientras que la Unión Europea (UE) ocupa el tercer puesto en importancia de acuerdo a datos de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

El mercado europeo: oportunidades, desafíos y nuevos requisitos aplicables para las empresas exportadoras latinoamericanas en 2025

La UE puede parecer el mercado ideal para muchas empresas, pero la situación en los últimos años ha modificado las reglas de juego y aún vienen más cambios en camino que prever.

Por ello, entre los aspectos más importantes que deben tener en cuenta los exportadores a la UE destacan, la puesta en marcha de complejas políticas medioambientales que buscan evitar la deforestación y reducir las emisiones de carbono a la atmósfera que son positivas para el planeta pero que suponen obligaciones contractuales crecientes para los proveedores, entre ellos los latinoamericanos, que deben ahora facilitar información más específica de las condiciones de producción, llevar registros de trazabilidad y aportar otros datos que pueden impactar en los costos de fabricación, que si no son previstos con antelación pueden afectar a la rentabilidad de estas operaciones.

Oportunidades a considerar

Las relaciones comerciales entre la UE y América Latina y el Caribe son fluidas, con un superávit identificado de hasta 2022 de 5000 millones de euros a favor de la UE, de acuerdo a cifras de la Corporación Andina de Fomento (CAF), lo cual revela potencialidades de crecimiento.

La opción de expandirse a otros países es el siguiente paso para muchas empresas y el caso de la Unión Europea resulta muy atractivo al contar con un mercado que abarca a 27 países y casi 500 millones de habitantes, todos ellos consumidores potenciales de productos alimenticios, energéticos, calzado, bienes manufacturados y de materias primas esenciales para las cadenas de suministro europeas.

Por ende, la mejor manera de aprovechar estas oportunidades es haciendo uso de los acuerdos comerciales suscritos por la UE con la mayor parte de países latinoamericanos, tales como Perú, Chile, México, Colombia, Ecuador, Panamá, entre otros, los cuales inciden en la competitividad al momento de la exportación ya que aplicarlos adecuadamente implica que muchos productos se beneficien de no tener que pagar aranceles o en todo caso tener aranceles reducidos al momento de la importación en la Unión Europea.

Asimismo, la posibilidad de que un Acuerdo UE - MERCOSUR se concrete en el corto o mediano plazo daría un amplio impulso a las relaciones comerciales con el cono sur, lo cual aumentaría la oferta exportable latinoamericana con ventajas comerciales.

Desafíos y requisitos a valorar

Dependiendo del tipo de producto a exportar hay requisitos que deben cumplirse para su comercialización. Más abajo enumero los principales actualmente:
  • Los patrones y preferencias de consumo varían de país en país UE por lo que, entre las recomendaciones a tener en cuenta en los estudios de mercado a realizar, destaca identificar la demanda potencial del producto, elasticidad de la demanda, factores como la estacionalidad del consumo (las estaciones climáticas son cruciales), entorno de competencia existente, características de otros productos similares ya presentes, costos de inversión y analizar las vías de comercialización más ventajosas.
  • Desde octubre de 2023, es aplicable el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (MAFC o CBAM por sus siglas en inglés) que implica que datos de emisiones de carbono y gases de efecto invernadero asociados a la producción de hierro, acero, aluminio, cemento, electricidad e hidrógeno sean reportados a los operadores europeos para que declaren esta información periódicamente. El cálculo de estas emisiones corre por cuenta del productor de estos bienes por lo que es un costo a tener en cuenta al exportar a la UE.
  • A fines de este año, el 30 de diciembre de 2025, será aplicable la normativa contra la deforestación (EUDR por sus siglas en inglés) que prevé que datos de trazabilidad, geolocalización, diligencia debida, entre otros, sean facilitados a los importadores UE de cacao, café, caucho, madera, soja, palma aceitera, lo cual abarca también a productos derivados como chocolate, carne congelada, muebles de madera, etc.

Los más ampliamente conocidos requisitos aplicables a los productos que deseen ingresar al mercado europeo, tales como los relativos a inspecciones de control en frontera (sanitarios, veterinarios, fitosanitarios, entre otros), homologaciones técnicas, marcado, etiquetado, seguridad, certificación ecológica y muchas más que son actualizados periódicamente.

Lo anterior es solo parte del panorama que a día de hoy se está configurando en la Unión Europea y que deben valorar las empresas para que puedan competir y conquistar este mercado en los casos con más éxito.

Consultor experto en normativa aduanera europea con especialización en comercio internacional

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