Cuando una empresa exporta, uno de los mayores retos es demostrar de dónde vienen sus productos. Esa simple pregunta, el origen de las mercancías, decide si un envío puede recibir beneficios arancelarios en un tratado de libre comercio o si pagará impuestos más altos.
En este contexto aparece la acumulación de origen, una regla que puede marcar la diferencia para cualquier exportador. Gracias a ella, un país puede usar partes o insumos de socios comerciales sin que pierdan la condición de originarios. En otras palabras, lo que normalmente sería considerado “importado” puede tratarse como propio si se cumplen ciertas condiciones de transformación sustancial.
¿Qué es la acumulación de origen?
La Organización Mundial del Comercio (OMC) define la acumulación como la posibilidad de considerar materiales o procesos de un país socio como si fueran realizados en el territorio exportador. En esencia, estos insumos extranjeros no se consideran importados al momento de evaluar si el producto final cumple con los criterios de transformación sustancial. Así, los productos finales pueden cumplir con las reglas de origen y acceder a ventajas arancelarias.
Este enfoque ofrece flexibilidad y apoya la integración de cadenas globales, pues los insumos originarios de países asociados pueden tratarse como propios, siempre que el procesamiento sea más que mínimo.
Reglas de origen y transformación sustancial
Las reglas de origen son los criterios que determinan si un producto es “originario” de un país bajo un acuerdo comercial. Pueden basarse en:
- Valor agregado: un porcentaje del valor debe generarse localmente.
- Cambio de clasificación arancelaria: el insumo debe transformarse en un producto distinto según el sistema aduanero.
- Procesos específicos: ciertas actividades de fabricación obligatorias.
Dentro de estas reglas, la transformación sustancial es clave. Significa que un insumo extranjero debe sufrir un cambio real, como convertirse en un nuevo producto, para ser considerado originario. La acumulación hace que este proceso sea más flexible, porque los insumos de países socios ya se consideran como parte del “origen local”.
Tipos de acumulación
Existen varias formas de aplicar la acumulación según el acuerdo comercial:
a) Acumulación bilateral
Permite considerar insumos originarios de un país miembro como originarios del otro. Sin embargo, exige que el producto haya pasado por una transformación más que mínima en el país que exporta.
b) Acumulación diagonal
Aplicable entre al menos tres países que comparten acuerdos bilaterales. Permite acumular los insumos originarios, siempre y cuando exista cooperación administrativa entre las partes.
c) Acumulación completa o total
Es la modalidad más flexible. Permite que los procesos de elaboración en todos los países participantes se sumen para determinar si se cumple la transformación sustancial. No se exige que los insumos sean originarios inicialmente. Se utiliza en zonas económicas como el EEE o el sistema paneuromediterráneo.
La acumulación de origen en la exportación
¿Por qué es importante para los exportadores?
La acumulación de origen no es solo una regla técnica. Es un mecanismo que impacta directamente en la competitividad de una empresa exportadora:
- Reduce costos: al considerar insumos regionales como propios, se evitan aranceles adicionales.
- Fortalece cadenas de valor: permite integrar procesos productivos entre países vecinos o aliados.
- Facilita cumplir con tratados: las reglas de origen dejan de ser una barrera y se convierten en una oportunidad.
- Impulsa la internacionalización: al hacer más sencillo el acceso a beneficios comerciales, la acumulación abre puertas en mercados exigentes.
Un caso reciente es el CPTPP (Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico). Gracias a la acumulación, una empresa puede producir componentes en varios países miembros y ensamblarlos en otro, exportando luego al resto del bloque con ventajas arancelarias.
Cómo aplicar la acumulación en tu estrategia de exportación
Para aprovechar la acumulación, los exportadores deben seguir algunos pasos prácticos:
- Revisar los tratados vigentes: no todos los acuerdos incluyen las mismas reglas de acumulación.
- Identificar proveedores: trabajar con socios en países que tengan tratados compatibles.
- Verificar el criterio de origen: asegurarse de que se cumpla la transformación sustancial o el valor agregado exigido.
- Documentar todo el proceso: certificados de origen, facturas y pruebas de transformación son esenciales en caso de auditoría.
- Asesorarse con especialistas: aduanas y cámaras de comercio suelen brindar apoyo para entender las reglas de origen.
Retos y consideraciones
Aunque la acumulación abre oportunidades, también presenta desafíos:
- Complejidad administrativa: exige coordinar certificaciones de origen entre países distintos.
- Cooperación entre aduanas: sin mecanismos de verificación, los riesgos de fraude aumentan.
- Conocimiento técnico: muchas PYMES desconocen cómo aplicar correctamente estas reglas.
Superar estos obstáculos requiere capacitación, digitalización de procesos aduaneros y políticas públicas que faciliten el comercio internacional.
La acumulación de origen es más que una cláusula en un tratado: es una herramienta que conecta economías y facilita la internacionalización de empresas. Al permitir que los insumos de distintos países se consideren originarios, ayuda a los exportadores a cumplir con las reglas de origen y a aprovechar los beneficios de los acuerdos comerciales.
