El error más común en la declaración de aduanas

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El error más común en la declaración de aduanas es la incorrecta clasificación arancelaria de las mercancías. Aunque parece un aspecto técnico, su impacto puede desencadenar costos adicionales, retrasos operativos, sanciones e incluso la paralización total de una operación internacional. En un entorno donde los tiempos logísticos, la trazabilidad documental y el cumplimiento normativo son esenciales, un error en la clasificación afecta mucho más que el monto de un impuesto.

La declaración aduanera es el documento que define qué entra, qué sale y bajo qué condiciones. Por ello, incluso pequeñas imprecisiones pueden alterar la cadena completa.

La clasificación arancelaria: el error más común

La clasificación arancelaria se basa en el Sistema Armonizado (SA), una herramienta internacional que identifica mercancías mediante un código numérico. Este código determina aranceles, requisitos documentarios, controles previos, licencias, cuotas, medidas sanitarias y cualquier otra regulación especial.

El problema surge porque muchos operadores —especialmente nuevos exportadores, pymes o empresas con baja experiencia— tienden a basarse en descripciones comerciales y no en los criterios técnicos del Sistema Armonizado. Una prenda de vestir, una máquina, un alimento procesado o un componente electrónico pueden parecer simples de identificar, pero su clasificación requiere considerar material, uso, función, nivel de procesamiento, tecnología incorporada, composición y otros atributos que cambian totalmente su código arancelario.

Clasificar mal un producto no es un error administrativo menor: se convierte en un desencadenante de inconsistencias que afectan toda la operación aduanera.

Por qué la clasificación incorrecta genera tantos problemas

Un código arancelario incorrecto no solo implica pagar más o menos arancel del debido. Cada código está vinculado a un conjunto de obligaciones y controles. Por ello, un error puede generar consecuencias en varias dimensiones de una operación.

1. Costos inesperados

Una clasificación errónea puede aplicar aranceles más altos del necesario, o peor aún, aranceles más bajos, lo que se considera un intento de subvaloración tributaria. En ambos casos, la autoridad puede recalcular tributos, imponer multas y exigir pagos retroactivos. Estas acciones afectan liquidez y planificación financiera.

2. Controles adicionales y paralización

Un producto clasificado en un código que requiere licencias o permisos especiales puede ser detenido hasta que se cumplan dichos requisitos, incluso si en realidad no corresponde aplicarlos. Esto afecta la continuidad operativa y eleva los costos de almacenamiento.

3. Riesgos reputacionales

Los errores repetidos generan alertas en los sistemas de gestión de riesgo aduanero. Empresas o agentes que acumulan inconsistencias pueden ser fiscalizados con mayor frecuencia. La reputación ante aduanas es un activo silencioso que influye en la rapidez con que fluye una carga.

Cómo se producen los errores: factores estructurales y operativos

El error más común no surge solo por falta de conocimiento técnico; también responde a cómo están organizados los procesos dentro de una empresa. Varias causas se repiten en el ecosistema logístico y comercial.

1. Dependencia excesiva en descripciones comerciales

Las facturas suelen describir los productos con lenguaje comercial, no técnico. Cuando esa información se usa para clasificar, se generan errores. Palabras como “accesorio”, “pieza”, “equipo” o “componentes varios” no tienen valor clasificatorio.

2. Falta de comunicación entre áreas internas

En muchas empresas, logística, compras, comercio exterior, producción y finanzas operan en silos. Cuando la información técnica no fluye, la clasificación la realiza quien no conoce la naturaleza del producto.

3. Sobrecarga del operador logístico o agencia de aduanas

Aunque los agentes de aduana y los freight forwarders son esenciales, sus decisiones dependen de lo que reciben del cliente. Un operador no puede adivinar el material exacto, funcionalidad o nivel de procesamiento sin información completa. Así, el error nace en la empresa y se materializa en la declaración.

4. Uso de clasificaciones anteriores sin verificación técnica

Muchas compañías reutilizan códigos históricos sin revisar si el proveedor cambió la composición, si la tecnología evolucionó o si el SA fue actualizado (sucede cada cinco años). Esta práctica genera errores acumulados difíciles de corregir.


El impacto en importadores y exportadores

Costos financieros acumulados

Un error de clasificación puede ser absorbido una vez, pero cuando ocurre de forma repetida afecta márgenes, precios finales y competitividad. Las empresas que exportan bajo acuerdos preferenciales pueden perder beneficios arancelarios por un simple código incorrecto.

Afectación en la cadena de suministro

La logística internacional opera bajo tiempos estrictos. Una paralización aduanera en un terminal portuario, aeropuerto o depósito genera efectos en cascada: penalidades por incumplimiento, retrasos en entregas y tensiones con clientes internacionales.

Penalidades y procedimientos sancionadores

La autoridad aduanera puede imponer multas, exigir rectificaciones, iniciar fiscalizaciones o elevar el nivel de revisión en futuras declaraciones. Esto compromete la seguridad operativa de importadores, exportadores y operadores logísticos.

La forma correcta de evitar el error más frecuente

Construir una ficha técnica interna

Cada producto debería contar con una ficha que incluya composición, uso, material predominante, funcionalidad, proceso de fabricación y cualquier especificación relevante. Esta información es indispensable para aplicar correctamente las Reglas Generales de Interpretación del Sistema Armonizado.

Involucrar a especialistas técnicos

Ingenieros, personal de producción o áreas de diseño suelen ser quienes conocen el producto a profundidad. Incorporarlos al proceso evita errores basados en percepciones o descripciones incompletas.

Revisar si existen regulaciones especiales

Certificaciones sanitarias, permisos fitosanitarios, controles de seguridad, restricciones medioambientales o normas técnicas se activan según el código arancelario. Verificarlas antes del embarque evita paralizaciones y costos no previstos.

Actualizar clasificaciones y revisar cambios del SA

El Sistema Armonizado se actualiza regularmente. Las empresas deben revisar estos cambios para evitar que un código válido hace cinco años sea incorrecto hoy.

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