Corea del Sur, uno de los cuatro Tigres Asiáticos, se ha ganado el título por su ascendente proceso de industrialización y su posicionamiento en los mercados internacionales

Corea del Sur, uno de los cuatro “Tigres Asiáticos”, se ha ganado el título por su ascendente proceso de industrialización y su posicionamiento en los mercados internacionales, tal es así que de acuerdo con las Estadísticas de Comercio Internacional de la OMC dadas en el 2015, Corea del Sur ocupa el séptimo lugar en exportaciones y el noveno en importaciones a nivel mundial.
Increíble pero cierto, “el milagro del Río Han” le llaman porque hace cincuenta años atravesaba una situación bastante precaria como resultado de su participación en la segunda guerra mundial y hoy nos sorprende con sus avances a pasos agigantados en industrialización, tecnología y educación, con sus ciudades cosmopolitas, y con millones de consumidores que distintas marcas coreanas han logrado fidelizar alrededor del mundo y visto de ese modo, coincido con el título de un artículo de la revista OHLALÀ, que si bien no es precisamente de economía, dice algo que es real: “Seúl está de moda”, pero detrás esta frase se esconde una gran verdad y es que no se trata solamente de Seúl sino de Corea del Sur y su participación en el Comercio Internacional, que se hace presente a simple vista si observamos la gran cantidad productos surcoreanos que han logrado posicionarse en los mercados internacionales a través de las grandes cadenas comerciales o bien a través de una gran cantidad de establecimientos dedicados exclusivamente a la venta de productos procedentes de Corea, y ¿cómo hacen esto tales cadenas comerciales y dichos establecimientos?, la respuesta es larga pero puedo resumirla a tres palabras: Comercio Internacional y Globalización
Una de las grandes ventajas que tiene Corea del Sur que ha favorecido su desarrollo y da pie a oportunidades de negocio es su economía de mercado abierto que se ha visto presente en las negociaciones de TLC’s con distintos países y en una mayor libertad en el mercado de las inversiones. Esto ha ayudado por una parte al incremento de sus exportaciones, principalmente del sector terciario (tecnología, electrónica, etc.) y por ende facilita la importación de este tipo de productos a los países participes de dichos tratados y al mismo tiempo atraen inversores extranjeros con su Ley de Promoción a la Inversión Extranjera.
Si bien es cierto que Corea del Sur es un país sumamente productivo, también lo es que el llamado “Milagro del Río Han” no les ha dado todo, de modo que por un lado tenemos competitividad en el sector terciario y por otro, cierto grado de debilidad en el sector primario, lo cual a mi parecer representa amplias oportunidades para las empresas latinoamericanas que producen y comercializan productos agrícolas y pesqueros.
¿Complicado o complejo? He escuchado en repetidas ocasiones que establecer un negocio con un país asiático es complicado, y ante eso únicamente hay que ver que como todo buen negocio, es complejo pues hay que cumplir con ciertos requisitos y llevar a cabo actividades previas pero hay extensas posibilidades de éxito y muchos beneficios. En cuanto a las complicaciones, todo negocio las tiene y no hay alguna que un buen conocedor del Comercio y los Negocios Internacionales no pueda resolver.
Este artículo fue elaborado por Judith Ramírez López, egresada de la carrera de Comercio Internacional de la Universidad Autónoma de Puebla, México. Ganador del evento "Únete a nuestros expertos" de la segunda edición de la revista Diario del Exportador.
Extracto del artículo "Corea del Sur: ¿una moda o una oportunidad de negocios?", publicado originalmente en la revista Diario del Exportador Nº 004.
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