Las empresas que deseen hacer negocios en Jordania, requieren de flexibilidad y adaptación para aprovechar las oportunidades que se presentan
A pesar de los conflictos en la región de Oriente Medio, Jordania es un país estable y en pleno desarrollo. En este país convive pacíficamente la más pura tradición árabe junto con el modo de vida más occidental y moderna. Es un país de acogida y sus gentes se caracterizan por su amabilidad y cordialidad en el trato con extranjeros.
Las empresas que deseen hacer negocios en Jordania, requieren de flexibilidad y adaptación para aprovechar las oportunidades que se presentan. Asimismo, deberán tener en cuenta las siguientes pautas:
El idioma de negocios por excelencia es el inglés junto con el árabe. Una buena parte de la población tiene un nivel aceptable de inglés y los hombres de negocios suelen dominar este idioma. No es fácil encontrar intérpretes de árabe-español que dominen ambos idiomas.
Cuide las formas y la puntualidad. Se recomienda una indumentaria seria y formal. Los jordanos dan mucha importancia a la formalidad en el vestir sobre todo en organismos públicos y grandes empresas. En lo que refiere a la vestimenta de la mujer, evitar prendas con grandes escotes, vestidos sin mangas o con tirantes y cualquier prenda que muestre las piernas. Sea puntual, los jordanos son en general bastante puntuales y aunque en ocasiones hay que darles unos minutos de margen llevan muy mal tener que esperar por una cita.
Acepte la hospitalidad de sus interlocutores, tal como mencione los jordanos se caracterizan por su amabilidad y cordialidad en el trato con extranjeros. En las entrevistas lo normal es que le ofrezcan varias veces té o café. Acepte con cortesía cuantas bebidas le ofrezcan. Suele ser bastante común invitar a comer o a cenar para tratar de negocios cuando una empresa les interesa especialmente. Tanto si la invitación es en una casa particular como en un restaurante, el anfitrión se esforzará en agasajar a sus huéspedes de los que espera correspondan haciendo honor a la comida que será abundante y variada.
Busque un agente o representante implantado en Jordania evitando intermediarios con sede en otros países de la región. En la mayoría de los casos es más efectivo a la hora de acceder a la información y resolver eventuales problemas con las autoridades locales. Además en caso de ser adjudicatario de una licitación pública es obligatorio tener un representante local. Tenga presente que sólo pueden ser agentes en Jordania aquellas personas con nacionalidad jordana. Seleccionar bien un agente/representante es importante ya que se suele exigir la exclusividad en todo el territorio y un agente que no funcione correctamente le cierra la entrada a todo el mercado a la vez que puede favorecer la implantación en el mismo de sus competidores.
Cuidado con las apariencias. A la hora de buscar un representante o un socio local no se deje deslumbrar por los supuestos contactos que diga tener su interlocutor o por su apariencia de riqueza. Visite las instalaciones de su posible colaborador, recabe información tanto sobre proyectos en los que haya participado como sobre su empresa y compruebe la bondad de sus contactos para proyectos concretos.
Tenga paciencia. Sobre todo si su meta es participar en algún gran proyecto público. En este caso es muy posible que se requieran múltiples visitas al mercado y que las licitaciones o el proyecto sufran transformaciones a lo largo del tiempo y es posible que se precisen varios años antes de su definitivo lanzamiento. Persevere en sus contactos con las autoridades aprovechando visitas al mercado y utilizando a su representante local. La obtención de un proyecto importante es la llave de acceso a otros proyectos tanto en Jordania como en otros países de la región.
Preste atención a sus contratos. Una buena redacción de un contrato de compraventa puede evitar sorpresas desagradables en el devenir de sus relaciones comerciales. En el caso de grandes proyectos o licitaciones públicas conviene extremar la precaución cuidando cada detalle sin dejar nada al azar. Los jordanos como clientes tienen fama de ser muy exigentes y de ser extremadamente hábiles a la hora de interpretar los términos contractuales. Busque asesoramiento legal local; existe un buen número de bufetes de abogados serios y competentes.
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